La pesca francesa “está muriendo y a nadie le importa…”


Golpea con sus botas el suelo brillante del mercado de pescado de Guilvinec (Finisterre) para calentarse. Este lunes 16 de octubre, Mickaël Guiheneuf espera el veredicto de dos días de pesca a bordo del Especialista, un arrastrero de 14 metros. El marinero observa a los pescaderos y pescaderos examinando sus productos. Las cajas de puchero se venden a 25 centavos el kilogramo. Las ofertas suben por los 200 kilogramos de langostinos. Los más grandes se venden a 22 euros el kilo. El más pequeño tiene 11 años.

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“Por fin tenemos un bonito melocotón.saborea Mickaël Guiheneuf. Actualmente, un día debe generar al menos 1.000 euros de facturación para ser rentable. Cada vez es más difícil. Sobre Especialista, ahora navegamos en parejas en lugar de cuatro para ganarnos la vida. La pesca está muriendo y a nadie le importa…”

Mickaël Guiheneuf, marinero del “Cascadeur”, en Guilvinec (Finisterre), 25 de octubre de 2023.

Mickaël Guiheneuf habla con fatalismo del futuro de su profesión. Esta es la sensación que domina los muelles de Bretaña, esta región que produce la mitad de la pesca francesa. En primavera, el ambiente era más enojado. El 22 de marzo, 500 profesionales marcharon en Rennes para expresar “harto de una profesión en tiempo prestado”. La reunión derivó en un enfrentamiento con la policía. Unos días más tarde, en Brest, el edificio de la Oficina Francesa de Biodiversidad fue bombardeado con cohetes de socorro antes de arder durante la noche. Se está llevando a cabo una investigación para esclarecer el vínculo entre el incendio y esta manifestación violenta que tuvo lugar al margen de la operación nacional. “Puerto muerto”.

Falta de visibilidad

“La profesión está bajo tensión porque se enfrenta a una ola de ataques sin precedentes”, explica Olivier Le Nézet, presidente del Comité Nacional de Pesca. Desde su despacho con vistas al puerto de Keroman que dirige, en Lorient (Morbihan), el cincuentón insiste: “La pesca necesita un Plan Marshall, pero sólo podremos discutir el futuro del sector después de haber estabilizado su supervivencia. »

La estación de gasóleo del puerto pesquero de Guilvinec (Finisterre), 25 de octubre de 2023. La estación de gasóleo del puerto pesquero de Guilvinec (Finisterre), 25 de octubre de 2023.

El portavoz de los pescadores evita los problemas de fondo que aquejan al sector desde hace años para centrarse en la emergencia: el precio del combustible. Actualmente, un litro cuesta 80 céntimos. Hace unas semanas conocía el euro. Durante los últimos diez años, los pescadores pagaron una media de 50 centavos. Según los marineros, este es el precio que no se debe superar para asegurar la rentabilidad de sus negocios. Un barco como el Especialista quema 700 litros de diésel por marea. Un viejo barco pesquero de 24 metros de eslora que barrió el fondo del Golfo de Vizcaya durante unos diez días se tragó más de 27.000 litros.

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