En otra reorganización rápida, la junta directiva de OpenAI decidió destituir a Murati y nombrar a otro director ejecutivo interino, Emmett Shear, ex director ejecutivo de Twitch, el sitio de transmisión de videojuegos.
Algunos miembros del personal de OpenAI se quedaron despiertos toda la noche debatiendo un curso de acción luego de la noticia de que Altman no regresaría a OpenAI. Muchos empleados estaban frustrados por la falta de comunicación sobre el despido de Altman. Docenas de empleados parecieron indicar anoche su voluntad de abandonar el barco y unirse a Altman al publicar: «OpenAI no es nada sin su gente». en X.
En su carta, el personal de OpenAI amenaza con unirse a Altman en Microsoft. «Microsoft nos ha asegurado que hay puestos para todos los empleados de OpenAI en esta nueva filial en caso de que decidamos unirnos», escriben.
El motivo preciso de la destitución de Altman sigue sin estar claro, incluso para muchos dentro de la empresa. «A pesar de muchas solicitudes de hechos específicos para sus acusaciones, nunca ha proporcionado ninguna prueba escrita», dice la carta en su mensaje a la junta.
Además de pedir la renuncia de la junta actual, compuesta por Ilya Sutskever, Adam D’Angelo, Helen Toner y Tasha McCauley, la carta solicita que se nombren dos nuevos miembros principales independientes de la junta, Bret Taylor y Will Hurd. Taylor es un veterano de la industria tecnológica con estrechos vínculos con Altman; Hurd es un político que anteriormente formó parte de la junta de OpenAI.
La carta plantea la posibilidad muy real de que OpenAI pierda casi todo su personal y que Microsoft esencialmente adquiera a toda la empresa. OpenAI tiene alrededor de 770 empleados en total.
La salvaje saga también destaca la inusual estructura de gobierno de OpenAI, que otorgó a unos pocos miembros de la junta directiva de una organización sin fines de lucro un poder extraordinario en la empresa de tecnología más popular del mundo.
El episodio también revela cuán divisiva se ha vuelto la carrera para desarrollar inteligencia artificial entre muchos involucrados en el desarrollo de la tecnología.
Los esfuerzos de Altman por recaudar dinero para OpenAI y convertir sus ofertas en productos comerciales pueden haber inquietado a los miembros de la junta, quienes vieron que su responsabilidad era garantizar que la IA se desarrollara de manera segura.
El meteórico ascenso de OpenAI en el año transcurrido desde el lanzamiento de ChatGPT ha ido acompañado de crecientes conversaciones sobre los riesgos que puede plantear una IA cada vez más avanzada.
La carta dice:
A la junta directiva de OpenAI,
OpenAI es la empresa de IA líder en el mundo. Nosotros, los empleados de OpenAI, hemos desarrollado los mejores modelos y llevado el campo a nuevas fronteras. Nuestro trabajo sobre seguridad y gobernanza de la IA da forma a las normas globales. Los productos que construimos son utilizados por millones de personas en todo el mundo. Hasta ahora, la empresa para la que trabajamos y apreciamos nunca ha estado en una posición más fuerte.