La poderosa razón por la que David Harbour no habla en Tenemos un fantasma


Cuando el resto de la familia descubre que tienen un fantasma como compañero de casa, acuden a YouTube para sacar provecho de los fenómenos encontrados, exponiendo a Ernest al mundo y atrayendo la atención no deseada de un científico paranormal agotado (Tig Notaro), un famoso Medio de televisión (Jennifer Coolidge), y la totalidad de la CIA. A partir de ahí, es una avalancha de payasadas mientras Kevin y su vecina Joy (Isabella Russo) luchan para mantener a Ernest fuera del alcance de la CIA.

La película está en la línea de las películas de Amblin de los años 80 y 90, con paralelismos con esa era de narraciones sanas pero poco condescendientes que se encuentran esparcidas por todas partes. La línea más clara de inspiración se puede trazar a hora del Estepero también hay algunos de Jugo de escarabajo, Casper e incluso una pizca de Regreso al futuro tirado en.

Pero el corazón palpitante de la película es el acertadamente llamado Ernest de Harbour, cuya amistad con Kevin florece de una manera conmovedora y sincera. Su actuación es 50 por ciento lenguaje corporal y 50 por ciento expresiones faciales. No obstante, el actor logra crear una caracterización rica y compleja sin vocalizaciones más allá de algunos gemidos cómicos aquí y allá. Ya sea que Ernest le esté dando a Kevin un guiño alentador para que haga un movimiento con Joy, o buscando desesperadamente en el fondo de su mente para recordar cómo murió, Harbour transmite todo lo que necesita sin cruzar la línea hacia la pantomima o el sentimentalismo empalagoso.

Es realmente raro encontrar un actor moderno con las habilidades para lograr algo como esto. Este es el tipo de actuación que Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd y Jackie Chan perfeccionaron, y Harbour demuestra que tiene un conjunto de habilidades tan profundo como cualquier otra persona que trabaje hoy. Tiene sentido: se especializó en teatro en la universidad e hizo su debut como actor profesional en Broadway, por lo que está más que familiarizado con el uso de su cuerpo para contar una historia. Y también ha demostrado sus habilidades no verbales en la pantalla.

¿Quién podría olvidar la “muerte” de Hopper en el final de Cosas extrañas ¿La temporada 3 cuando se sacrificó por el bien del grupo? La forma en que mira a los ojos de Joyce mientras el mundo implosiona a su alrededor… su dulce sonrisa cuenta toda la historia.

En tenemos un fantasma, Harbour trae esa misma ternura, que como siempre se yuxtapone con su exterior gigante y brusco. Y en el tercer acto, cuando finalmente descubre cómo murió y por qué ha estado atrapado todo este tiempo, la tristeza y el arrepentimiento garabateados en su rostro son desgarradores. La película no habría estado bien servida si a Ernest se le hubieran dado líneas para decir.



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