La economía del Reino Unido va camino de contraerse un 1,3 % en 2023 en medio de una recesión que durará hasta finales del próximo año, según un nuevo pronóstico económico.
Los economistas de KPMG han pronosticado que el Reino Unido ya ha entrado en una recesión «superficial pero prolongada» en medio de una inflación continua y tasas de interés más altas.
Yael Selfin, economista jefe de KPMG UK, dijo que los aumentos en los costos de alimentos y energía este año han hecho retroceder el poder adquisitivo de los hogares.
KPMG predijo que el país entraría en recesión en el tercer trimestre de 2022.
Las cifras oficiales de la Oficina de Estadísticas Nacionales mostraron que la economía se contrajo un 0,2% en el tercer trimestre, entre julio y septiembre.
Una recesión técnica se define como al menos dos trimestres consecutivos de contracción.
El último informe de perspectivas económicas predijo que la producción también podría caer un 1,9% el próximo año, ya que las empresas sienten la presión de la reducción del gasto de los consumidores y las tasas de interés más altas.
A principios de este mes, el Banco de Inglaterra aumentó las tasas de interés a un máximo de 14 años del 3,5%. Se espera que alcancen al menos el 4% para la próxima primavera.
KPMG también predijo que el mercado laboral del Reino Unido comenzará a deteriorarse a partir de la primera mitad del próximo año.
Dijo que la tasa de desempleo, que aumentó al 3,7% durante los tres meses hasta octubre, podría llegar al 5,6% a mediados de 2023, lo que representa un aumento de alrededor de 680.000 personas.
El nuevo informe también elevó su tasa de inflación prevista al 7% para el próximo año, habiendo pronosticado previamente un 5,6% para el año.
Selfin dijo: “Se espera que los hogares controlen el gasto en artículos discrecionales en 2023 en respuesta a la reducción de ingresos.
“A medida que los consumidores reducen sus gastos, anticipamos una fuerte reducción en las categorías de gastos no esenciales de los hogares más afectados por el aumento de los costos de energía y alimentos, incluido el gasto en comidas fuera de casa y entretenimiento.
“La perspectiva podría volverse más positiva, particularmente si los costos de la energía vuelven a caer a los niveles anteriores.
«Sin embargo, es probable que los riesgos estén sesgados a la baja, dado el estado de las finanzas públicas y los balances de algunas empresas, lo que podría dificultarles la absorción de cualquier otro shock potencial a corto plazo».