Esto tiene una serie de ventajas para los clientes. Las nuevas tarjetas de débito hacen que sea mucho más fácil pagar en línea y en el extranjero. Con la tarjeta EC convencional, aquí siempre te encuentras con límites.
Pero también hay desventajas. Visa y Mastercard tienen un poder de mercado muy alto. Esto les permite cobrar tarifas de transacción muy altas. Para los minoristas, las tarifas a veces son hasta cuatro veces más altas que con la Girocard.
Por lo tanto, los defensores de los consumidores piden un sistema europeo para contrarrestar a los proveedores estadounidenses. Sin embargo, el trabajo al respecto es aparentemente difícil y las primeras instituciones financieras como Commerzbank ya se están retirando. Además, podría ser útil un tope legal en las tarifas.