Marks dice que la confusión sobre si el proyecto de ley sigue un modelo médico se remonta a sus inicios e incluía a personas en la junta asesora de psilocibina. En marzo de 2022, una psicóloga y miembro del consejo asesor, Kimberley Golletz, le dijo a Stat News: “Estamos diciendo ambas cosas. Esto no es médico… Pero es una terapia asistida por psilocibina”, dijo. “Facilitación con psilocibina… quiero decir, nadie sabe qué es eso”. La boleta electoral para la Medida 109 en sí hace referencia a la crisis de salud mental en Oregón y la evidencia clínica preliminar de que la psilocibina podría ser un tratamiento potencial.
En junio de 2021, Angela Allbee, gerente del organismo que supervisa el programa de psilocibina, dijo en una entrevista que considerarían que el éxito del programa es «brindar una oportunidad para sanar a aquellos que luchan con problemas de salud mental».
Marks también señala la confusión que propagó Healing Advocacy Fund, una organización sin fines de lucro que apoyó la implementación del programa y cuyo director, Sam Chapman, fue anteriormente director de campaña de la Medida 109. La página de inicio de su sitio web dice hoy: “En 2023, los habitantes de Oregon que sufren de la depresión, la ansiedad o la adicción o que se acercan al final de su vida obtendrán acceso a esta ‘terapia innovadora’ que ha demostrado brindar sanación y esperanza”. Chapman ha dicho públicamente que la terapia con psilocibina “puede ayudar a abordar la crisis de salud mental de nuestro estado”.
Tal vez la gente no sea consciente de la distinción, o la ignore, y de todos modos trate el programa de psilocibina de Oregón como una terapia asistida por psicodélicos. ¿Eso importa?
Aryan Sarparast, psiquiatra y profesora asistente de psiquiatría en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (OHSU), cree que sí. Cuando pensamos en psicodélicos, pensamos en «los resultados que hemos visto en los ensayos clínicos, que son realmente prometedores, realmente favorables y emocionantes», dice. “Sin embargo, esos entornos son dramáticamente diferentes”. La evaluación, la preparación, las sesiones de dosificación y la cantidad de integración son todas diferentes. “Todo es, francamente, diferente”, dice.
El riesgo, dice Sarparast, es el efecto sobre los pacientes vulnerables; el sesgo de expectativa podría inflar sus esperanzas de cuán efectiva será la experiencia. “Me preocupa que alguien con problemas de salud mental busque una experiencia mística y trascendental para tratar su problema de salud mental y que le surjan algunos desafíos”, dice. Los investigadores han especulado que cuando una persona con un trastorno de salud mental prueba la terapia asistida por psicodélicos y no es tan efectiva como se esperaba, puede empeorar su condición, como desencadenar un comportamiento suicida.
Y es posible que los clientes no reciban la atención posterior que necesitan. El componente de integración, cuando las personas toman las lecciones y los conocimientos de una experiencia alucinógena y aprenden a integrarlos en la vida cotidiana, es opcional en el programa de Oregón, y algunos pueden omitirlo, quizás debido al costo. En los estudios sobre terapia psicodélica, normalmente se emplea un elemento de integración.
Los centros de servicio con licencia ya han estado salpicando sus materiales de marketing con lenguaje terapéutico. En el canal de YouTube de EPIC Healing Eugene, Jonas se refiere a la psilocibina como «medicina». Otro de los centros de servicio, Bendable Therapy, llama al servicio un «programa de tratamiento con psilocibina» que ayuda a los candidatos a «explorar la adición de una nueva opción de tratamiento a su ruta de salud mental existente». Y en la solicitud de permiso de planificación de otro centro de servicios aprobado, llamado Shrooms Help Center, el propietario, Mike Kirkwood, se refirió a los servicios que se llevarían a cabo en el centro como “terapia”.