Las enmiendas honrosas, una práctica medieval


En el Antiguo Régimen, la enmienda honrosa es una pena que obliga a un culpable a hacer una confesión pública de una falta, con la intención de ser perdonado. Conducido a la Balanza de la Justicia, el condenado debe estar de rodillas, descalzo y con la cabeza descubierta. Sosteniendo una vela amarilla, porta un cartel en el que está inscrita su falta, así como las palabras “Pido perdón a Dios, Rey y Justicia”.



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