Las limitaciones definieron el estilo de disparo de Sam Raimi en Evil Dead


Las tomas poco convencionales de Raimi en «The Evil Dead» lo establecieron como un cineasta con un estilo singular. Como no tenía los fondos para un equipo sofisticado, tuvo que tomar decisiones visuales excéntricas para transmitir el poder de los Deadites. Su cámara asume el papel de la fuerza sobrenatural que acecha a los cinco amigos con alegría maníaca mientras se sumerge sobre cuerpos de agua y entre árboles. Estas imágenes se sienten como un ballet trastornado, deslizándose salvajemente a través del bosque espeluznante para evocar sentimientos de miedo, confusión y ser acorralado por monstruos malvados.

El uso de diferentes ángulos es otra característica distintiva de «The Evil Dead». A menudo colocaba su cámara en ángulos extraños, observando a los personajes desde la distancia, a través de ventanas o poniendo objetos específicos en primer plano. Por ejemplo, Raimi se enfoca en un columpio del porche que deja de moverse tan pronto como los amigos entran a la cabaña. Al colocar el espeluznante columpio del porche frente a la cámara y los cinco amigos lejos y a un lado, Raimi sugiere que algo misterioso está controlando la cabaña y que sus nuevos habitantes son meros peones.

El uso de ángulos bajos crea una sensación claustrofóbica y ominosa, que señala el horror que se desarrolla. También permite que el espacio limitado de la cabina parezca más dinámico. El uso frecuente de ángulos holandeses por parte de Raimi, especialmente junto con primeros planos ajustados de los personajes asustados, enmarca su mundo como fuera de lugar e incontrolable después de ser invadido por los demonios mortales.

Si bien este tipo de estilo visual hizo que «The Evil Dead» fuera más aterrador, también encaja con la estética de Looney Tunes de «Evil Dead II» y «Army of Darkness». En esas películas, la cámara voladora se convirtió menos en una fuerza malévola y más en un accesorio desquiciado de la locura caricaturesca que se muestra.



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