En la novela «Soy leyenda» de Richard Matheson, los vampiros pueblan el mundo. Algunos, que son muertos vivientes reanimados, parecen vampiros estereotipados, mientras que otros, infectados en vida, pueden pasar por humanos no infectados. De cualquier manera, visten ropa, hablan y dirigen su propia sociedad. Las dos primeras adaptaciones cinematográficas de la novela, «El último hombre de la Tierra» y «El hombre Omega», siguieron este punto de la trama, aunque la última los presenta como mutantes nocturnos en lugar de vampiros. El tercero, que es el único que lleva el nombre del libro, los cambió por criaturas salvajes llamadas Darkseers.
Esto no solo requirió un cambio de vestuario, sino que pasó de estar vestidos a usar prendas mínimas y rotas, si las hubiera. Y más: originalmente, el director Francis Lawrence (cuyo nombre aparecerá nuevamente en esta lista) hizo colocar prótesis a los actores. Sin embargo, frustrado por su incapacidad física para retratar con seguridad el metabolismo constantemente acelerado de las criaturas, optó por agregar una capa de CG y millones al presupuesto. El resultado recibió críticas por los «disfraces» digitales, pero no lo suficiente como para disuadir una secuela en camino.