Alrededor del minuto 37:03 en el episodio 3 del programa, Leo se topa con el cuerpo destripado de Plutón, con su cuchillo triturador de drogas clavado en su cuerpo. Los primeros planos de esta espeluznante escena duran hasta el minuto 37:10, después de lo cual Leo se deshace del cuerpo en silencio y busca adoptar un felino negro de aspecto similar para evadir sospechas y reprimir su creciente culpa. Como Julius no está al tanto de este accidente causado por las drogas, Leo tiene la intención de mantenerlo en secreto, cavando aún más su tumba cuando visita una tienda de mascotas, cuyo dueño no es otro que la misteriosa y esquiva Verna (Carla Gugino).
Una vez que la serie se centra en la confesión de Roderick Usher (Bruce Greenwood), queda claro que los niños Usher, que murieron en el lapso de dos semanas, han sido responsabilizados por los pecados de su padre (y su tía), pagando el precio por el legado condenado de su familia y sus propios infiernos curados personalmente. La situación de Leo no es una excepción: después de adoptar otro gato negro y hacerla pasar por Plutón, el felino lo araña agresivamente, se abalanza sobre él sin previo aviso y le deja animales muertos y ensangrentados por toda la casa. Llevado al límite por estos eventos y las palabras amenazadoras de Verna cuando la visita, Leo le arranca el ojo al gato, lo que ocurre alrededor del minuto 48:05 en el episodio 4.
Si bien estas escenas son inquietantes de presenciar, más tarde se revela que Plutón el Gato nunca estuvo muerto en primer lugar: la «realización» de Leo de que la había matado accidentalmente fue parte de las alucinaciones inducidas por Verna para poner en marcha su muerte. Como el gato adoptado era esencialmente uno de los muchos trucos de Verna, Leo no dañó a ningún gato, ni por accidente ni a propósito.