Denegación de servicio distribuida (DDoS) (se abre en una pestaña nueva)) Los ataques son un problema creciente en todo el mundo, pero las organizaciones en Europa están sintiendo particularmente el aguijón, según ha descubierto una nueva investigación.
Un informe (se abre en una pestaña nueva) del Centro de Análisis e Intercambio de Información de Servicios Financieros (FS-ISAC) y Akamai, afirman que la cantidad de ataques DDoS contra empresas financieras aumentó en casi una cuarta parte (22 %) año tras año.
Al analizar el período entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, los investigadores encontraron que solo en Europa, la cantidad de ataques DDoS aumentó en casi tres cuartas partes (73%), lo que la convierte en la región con el mayor aumento. De todos los ataques DDoS que ocurrieron en Europa en este período de tiempo, aproximadamente la mitad se dirigió a instituciones financieras.
Crimen y hacktivismo
Los ataques DDoS funcionan al enviar tantas solicitudes de tráfico falsas al sitio web de destino que el servidor simplemente no puede manejarlo todo y se congela, se bloquea o no puede proporcionar sus servicios a clientes legítimos.
Para ejecutar un ataque DDoS, los delincuentes necesitan un ejército de dispositivos conectados a Internet para enviar estas solicitudes de tráfico falsas, generalmente llamadas botnet. Para integrar un dispositivo en la botnet, los delincuentes suelen infectarlo con malware. Cualquier cosa, desde parlantes domésticos inteligentes hasta enrutadores, se puede usar como parte de la red de bots.
A veces, los actores de amenazas usan los ataques DDoS como una táctica de extorsión, prometiendo detener el asalto si se realiza un pago. En otros casos, lo usan como una distracción, para ejecutar un ataque más destructivo mientras el equipo de TI está ocupado repeliendo el tráfico falso. DDoS es visto como una de las principales armas en el arsenal de cualquier hacktivista.