Los investigadores fabricaron gafas de realidad virtual para ratones con el fin de estudiar cómo responden sus cerebros a los depredadores que se abalanzan sobre ellos.


Lo creas o no, los científicos han estado utilizando configuraciones de realidad virtual para estudiar la actividad cerebral en ratones de laboratorio durante años. En el pasado, esto se hacía rodeando a los ratones con pantallas planas, una táctica que tiene limitaciones obvias para simular un entorno realista. Ahora, en un intento por crear una experiencia más inmersiva, un equipo de la Universidad Northwestern desarrolló pequeñas gafas de realidad virtual que se ajustan a la cara de un ratón… y a la mayor parte de su cuerpo. Esto les ha permitido simular amenazas aéreas por primera vez y mapear la actividad cerebral de los ratones en todo momento.

El sistema, denominado Miniature Rodent Stereo Illumination VR (o iMRSIV), no está sujeto a la cabeza del ratón como un casco de realidad virtual para humanos. En cambio, las gafas están colocadas en la parte delantera de una cinta de correr, rodeando todo el campo de visión del ratón mientras corre en su lugar. «Diseñamos y construimos un soporte personalizado para las gafas», dijo John Issa, coprimer autor del estudio. «Toda la pantalla óptica (las pantallas y las lentes) rodea completamente el mouse».

Lo que ve un ratón dentro de las gafas VR

Dom Pinke/Universidad del Noroeste

En sus pruebas, los investigadores dicen que los ratones parecieron adaptarse al nuevo entorno de realidad virtual más rápidamente que con las configuraciones anteriores. Para recrear la presencia de amenazas aéreas, como pájaros que se lanzan en picado para comer, el equipo proyectó puntos oscuros en expansión en la parte superior de las pantallas. La forma en que reaccionan ante amenazas como esta “no es un comportamiento aprendido; es un comportamiento impreso”, dijo el coautor Dom Pinke. «Está conectado dentro del cerebro del ratón».

Con este método, los investigadores pudieron registrar tanto las respuestas físicas externas de los ratones, como quedarse quietos o acelerar, como su actividad neuronal. En el futuro, podrían cambiar el escenario y dejar que los ratones actúen como depredadores, para ver qué sucede mientras cazan insectos. Se publicó un artículo sobre la técnica en la revista. Neurona el viernes.



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