Me desperté el viernes por la mañana al mensaje que estaba esperando: «Su cuenta, @Justin_Ling ha sido bloqueada por violar las Reglas de Twitter.”
Debajo estaba el tuit ofensivo: un enlace a uno de los pocos sitios web que proporcionan datos de vuelos de jets privados en tiempo real que el «imbécil jefe» Elon Musk, escribí, «no ha intimidado para suprimir sus datos de vuelo».
Musk ha acusado a estos rastreadores de vuelo de proporcionar «básicamente coordenadas de asesinato». Ha lanzado una cruzada contra estas aplicaciones y cualquiera que las comparta en su plataforma de redes sociales recientemente adquirida. Se bloquearon cuentas como la mía, mientras que otras se prohibieron por completo, desde el bot @ElonJet, que compartió la ubicación del avión privado de Musk, hasta los reporteros que se dieron cuenta de su campaña. Las reglas de Twitter se reescribieron sobre la marcha para prohibir la publicación de la «ubicación física» de cualquier persona.
Los días caóticos llevaron a la Unión Europea a advertir a Musk que silenciar a los periodistas probablemente resultaría en sanciones de los reguladores de la UE. El representante de EE. UU., Adam Schiff, exigió que Musk restableciera las cuentas suspendidas y explicara al Congreso por qué decidió tomar represalias contra la prensa en primer lugar.
A partir del lunes, luego de una encuesta que preguntó a los usuarios cuándo debería levantar las suspensiones de cuentas, Musk restableció algunas, pero no todas, de esas cuentas.
Perdido en el caos es cuán exitoso ha sido Musk al suprimir esos datos de vuelo en tiempo real en Internet. Al hacerlo, apunta a una fuente de información increíblemente valiosa, que ha ayudado a investigadores, periodistas y expertos en todo, desde rastrear a los oligarcas rusos hasta investigar el destino de los aviones perdidos y rastrear a sicarios internacionales. Musk no es el único que intenta mantener este tipo de información fuera del alcance del público.
Tanto la información histórica como en tiempo real sobre el jet privado principal de Musk, un Gulfstream G650ER de 2015, número de cola N628TS, falta de manera notoria en las dos principales plataformas de seguimiento de vuelos: FlightAware y FlightRadar24.
FlightAware informa que sus datos en tiempo real sobre el avión de Musk no están disponibles «debido a las normas de datos del gobierno europeo», mientras que sus datos históricos sobre las idas y venidas del avión se eliminaron «por solicitud del propietario/operador». Buscar el avión de Musk en FlightRadar24 devuelve el mensaje: «no pudimos encontrar datos».
Incluso las plataformas de seguimiento más pequeñas, como AirportInfo, la cuenta que provocó el bloqueo de mi Twitter, han desconectado la información del vuelo de Musk.
“El alboroto en curso sobre la ubicación del avión de Elon Musk ha hecho que dejemos de mostrar su avión en este momento”, dice Christian Rommes, administrador de AirportInfo. “Debido a que Musk está amenazando con emprender acciones legales, no queremos correr ningún riesgo”.
Si bien Rommes dice que su oficina no ha tenido noticias del equipo legal de Musk, dieron el paso como precaución. “No te metas con el (ex) hombre más rico del mundo”, dice.
Los operadores de aeronaves deben proporcionar información detallada sobre su ruta de vuelo a varios reguladores nacionales, incluida la Administración Federal de Aviación. Esos datos son generalmente una cuestión de registro público y se publican en varios sitios web populares entre los entusiastas de las aerolíneas.
Algunas empresas, como FlightAware, aumentan los datos del gobierno con sus propias fuentes de información de vuelos en tiempo real. Otros sitios web, como planespotters.net y airliners.net, permiten a los usuarios enviar fotografías tomadas de aviones a medida que van y vienen alrededor del mundo.