Se ha descubierto una campaña de propaganda a favor de Rusia que ha engañado tanto a ejecutivos de nivel C como a funcionarios de alto nivel, advirtieron los expertos.
Un informe de los investigadores de seguridad cibernética Proofpoint dice que la campaña no debe tomarse a la ligera, ya que el «daño que dicha propaganda podría tener en la marca y la percepción pública de los objetivos» es real.
Además, la perpetuación de la desinformación no es algo a lo que la gente deba hacer la vista gorda.
Apuntando a los partidarios vocales de Ucrania
Según el informe de Proofpoint, un actor de amenazas conocido denominado TA499 (también conocido como Vovan o Lexus) está tratando de obtener personas de alto perfil en una llamada de video o audio.
Para hacer eso, enviarían docenas de correos electrónicos, haciéndose pasar por el primer ministro ucraniano Denys Shmyhal y su supuesto asistente, miembros del parlamento ucraniano, la embajada de Ucrania en los EE. UU. y similares.
Con estos correos electrónicos, generalmente se dirigirían a personas de alto nivel y figuras públicas que ya se han pronunciado públicamente en contra de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, o que han ayudado a la causa de otra manera (a través, por ejemplo, de donaciones al gobierno y al ejército ucranianos).
Algunas de las personas a las que apuntan los piratas informáticos son quienes apoyaron un proyecto de ley para armar a Ucrania contra Rusia, quienes apoyaron las sanciones contra el oleoducto Nord Stream II y quienes apoyaron el bombardeo de activos militares rusos, así como otras acciones militares.
Aquellos que terminen mordiendo el anzuelo se sentarán a conversar con alguien que se parece mucho a la persona que creen que contactaron inicialmente. Según Proofpoint, los estafadores utilizan maquillaje excesivo o inteligencia artificial para crear videos deepfake convincentes. Sin embargo, los estafadores niegan haber usado alguna IA.
Aquellos que aún no se den cuenta de que todo fue una trampa (debido a que no están familiarizados con las personas con las que creen que están hablando), tendrán su llamada grabada. Después de un poco de ida y vuelta, la conversación se convierte en bromas en un intento de que el invitado haga comentarios o actos vergonzosos. Luego, las grabaciones se editan para enfatizarlas y se colocan en YouTube y Twitter.