Después de meses de lucha, la familia del niño inglés Archie tiene que despedirse de él. Su muerte se suma a una serie de tristes casos en Gran Bretaña.
Hollie Dance, la madre de Archie (segunda a la izquierda), se dirige a los medios rodeada de familiares y amigos frente al Royal London Hospital tras la muerte de su hijo.
(dpa) Después de meses de lucha, los padres pasaron las últimas horas valiosas con su hijo, y luego se apagó la última chispa de esperanza: los dispositivos que habían mantenido con vida al niño Archie, quien había estado en coma profundo durante meses. fueron apagados en un hospital de Londres.
El niño de 12 años falleció el sábado a las 12:15 (hora local), según anunció su madre Hollie Dance frente al hospital. «Luchó hasta el final. Estoy muy orgullosa de ser su madre».
En coma desde abril
Archie ha estado en coma desde abril. En un accidente en su casa de Southend-on-Sea, a unos 60 kilómetros al este de Londres, sufrió graves lesiones cerebrales, posiblemente durante una prueba de coraje por Internet. Los médicos tratantes no vieron ninguna posibilidad de recuperación. En el Royal London Hospital, lo mantuvieron con vida con ventiladores y medicamentos, entre otras cosas.
Los padres habían luchado legalmente por su hijo con todas sus fuerzas, primero por su vida, luego por las circunstancias de su muerte. En última instancia, querían que lo trasladaran del hospital a un hospicio para que pudiera pasar sus últimas horas en un ambiente más tranquilo y pacífico. Las solicitudes correspondientes ante el Tribunal de Apelación de Londres y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en Estrasburgo fracasaron el viernes.
Esta imagen fue puesta a disposición de los medios por la madre de Archie, de 12 años.
El hospital se había negado previamente a trasladarlo al hospicio: la condición del niño era demasiado inestable y el riesgo de transportarlo en una ambulancia era demasiado grande. El Tribunal de Apelaciones de Londres también dijo que lo mejor para el niño era que le quitaran el soporte vital en el hospital y no en otro lugar. El tribunal de Estrasburgo declaró entonces que la demanda no entraba dentro de su jurisdicción.
Se agotaron todas las opciones legales. «Hice todo lo que le prometí a mi pequeño», dijo la madre Hollie Dance a Sky News el viernes por la noche. Entre lágrimas, se dio cuenta de que la familia no podía hacer nada más. En ese momento, ella ya sabía que el hospital terminaría el soporte vital a la mañana siguiente.
«Es bárbaro»
Según su familia, la medicación de Archie se detuvo a las 10 a.m. del sábado antes de que se retiraran los ventiladores dos horas después. Ella Carter, la prometida del hermano mayor de Archie, Tom, dijo, llorando profusamente al lado de la madre: «No hay absolutamente nada digno en ver a un miembro de la familia o a un niño atragantarse. Ninguna familia debería tener que pasar por lo que pasamos nosotros. Es bárbaro».
El triste caso recuerda disputas similares sobre niños con enfermedades terminales en Gran Bretaña. El servicio de salud británico, NHS, que se encuentra bajo una fuerte presión financiera, tiende a retirar las medidas de soporte vital mucho antes de lo que sería el caso en Alemania, por ejemplo. Además, los deseos de los padres y familiares no se tienen en cuenta en la misma medida. Lo que es mejor para el paciente a menudo lo deciden los jueces por recomendación de los profesionales médicos.