Toda esa anticipación ansiosa no se evaporó una vez que Hamm obtuvo el papel. Compartió que estuvo nervioso durante años, pero hizo su trabajo al convertir esa energía en algo que pudiera usar en cámara. Hamm explicó que con el tiempo, se volvió más llevadero: «Eso se vuelve más fácil de hacer porque pasas más tiempo en la cabeza de esta persona, en los zapatos de esta persona, en la vida y la casa de esta persona».
Entonces, ¿cuándo fue finalmente capaz de dejar el nerviosismo por completo? No hasta la quinta temporada de la serie. Así es, «Mad Men» había pasado la mitad del camino y solo faltaban un par de años para llegar a su fin. «Alrededor de la temporada 5 fue cuando la sensación del primer día de clases comenzó a desaparecer», dijo Hamm. «Al menos me sentí como un estudiante de último año, no como un estudiante de primer año que decía: ‘¿Alguien quiere sentarse conmigo en el almuerzo?’ ‘¿Dónde está el salón de clases?'». Y para su crédito, nunca adivinarías que los nervios persistieron durante toda la temporada 5, especialmente porque las primeras temporadas de «Mad Men» se disparan con tanto éxito.