Migrantes: en Hungría, el Papa Francisco advierte contra la tendencia de «retirada»


EL Papa Francisco advirtió el viernes contra la tendencia a «recluirse en uno mismo» e insistió en la «necesidad de apertura a los demás», en un discurso ante el primer ministro antiinmigrante Viktor Orban en el primer día de su visita a Hungría. El espíritu de la Constitución húngara, que llama al respeto de las minorías, «es verdaderamente evangélico, contrarrestando una cierta tendencia, a veces justificada en nombre de las tradiciones e incluso de la fe, de retraerse en uno mismo», añadió.

Al frente del país centroeuropeo desde 2010, Viktor Orban esgrime su apego a la religión y su deseo de defender la «civilización cristiana» para justificar su política de exclusión de inmigrantes. Ferviente defensor de los derechos de los refugiados, el soberano pontífice continúa abogando por una recepción benévola y una distribución justa dentro de la Unión Europea.

«Un desafío histórico que no se puede superar con el rechazo»

“Es un tema, el de la acogida (de extranjeros), que suscita mucho debate en nuestro tiempo y que es ciertamente complejo”, subrayó el Papa el viernes. “Es urgente, como Europa, trabajar en caminos seguros y legales, en mecanismos compartidos ante un desafío histórico que no puede ser superado por el rechazo”.

Bajo la égida de Viktor Orban, Hungría ha construido vallas en sus fronteras y ha restringido la presentación de solicitudes de asilo a embajadas en el extranjero, una política que le ha valido varias condenas del Tribunal de Justicia de la UE. El año pasado, solo 18 personas obtuvieron el estatuto de refugiado, una cifra irrisoria que no tiene equivalente en otros países de la Unión Europea (UE).

Visas de trabajo emitidas por Hungría

Esta política de cierre drástico fuera del marco legal europeo, implementada gradualmente desde la crisis de refugiados de 2015, no impide que Hungría, en pleno empleo, emita visas de trabajo, contratando hasta Asia, para sectores carentes de mano de obracomo la construcción o la restauración.

Al gobierno húngaro también le gusta recordar que dos millones de refugiados ucranianos han pisado el país desde el comienzo de la invasión rusa. Pero solo 35.000 personas han reclamado el estatus de «protección temporal» según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los demás continúan su viaje hacia el oeste. Esto es mucho menos per cápita que otros países vecinos de Ucrania, como Polonia.



Source link-59