Más de 2.000 personas han sido evacuadas de sus hogares luego de una gran explosión en una base militar de Crimea, según funcionarios rusos.
Las fotos del miércoles mostraban una enorme bola de fuego estallando en el aire sobre la base militar de Kirovske en Crimea, con un espeso humo negro que nublaba el aire.
Funcionarios de emergencia rusos en Crimea, que fue anexada en 2014, dijeron que más de 2200 personas fueron evacuadas de cuatro aldeas debido a un incendio en las instalaciones militares.
El gobernador designado por Rusia, Sergei Aksyonov, de Crimea, dijo en la aplicación de mensajería Telegram: “Se planea evacuar temporalmente a los residentes de cuatro asentamientos, esto es más de 2,000 personas”.
Aksyonov dijo que también se había cerrado una carretera importante.
No especificó una causa para el incendio.
Se produce dos días después de un ataque a un puente que une a Rusia con la península que el Kremlin ha atribuido a Ucrania.
Rusia lanzó una intensa serie de ataques aéreos nocturnos que enviaron drones y misiles hacia lugares de Ucrania el martes, apuntando a la ciudad portuaria sureña de Odesa por segunda noche consecutiva, dijeron funcionarios ucranianos el miércoles.
“Una noche difícil de ataques aéreos para toda Ucrania”, dijo Serhii Popko, jefe de la Administración Militar de la ciudad de Kiev, en un comunicado en Telegram. Las autoridades ucranianas informaron que se enviaron más drones y misiles contra más partes de Ucrania que en los últimos días.
Popko dijo que los ataques fueron especialmente feroces en Odesa por segunda noche consecutiva.
El gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, dijo que el ataque incluyó “docenas de misiles y drones de ataque” dirigidos al puerto y las instalaciones de infraestructura.
Los escombros de los misiles y drones que fueron derribados cayeron sobre edificios de apartamentos, balnearios y almacenes, provocando incendios e hiriendo a varias personas.
Un niño de nueve años y otros cinco residentes del bloque de apartamentos buscaron asistencia por lesiones causadas por vidrios rotos y otros objetos.
En otra parte de la ciudad, un misil Kh-59 derribado creó un gran cráter en el suelo y dejó a tres civiles heridos.
Ocho drones Shahed también fueron derribados en la región más amplia de Odesa, donde se informó que dos almacenes que contenían tabaco y fuegos artificiales resultaron dañados.
Rusia también atacó Kiev con drones Shahed de fabricación iraní, pero “sin resultados”, dijo Popko.
Funcionarios de las regiones ucranianas de Poltava y Kirovohrad también informaron de ataques.
El último bombardeo se produjo un día después de que Rusia llevó a cabo lo que el Ministerio de Defensa de Moscú describió como un “ataque de retribución” en las instalaciones militares ucranianas cerca de Odesa y la ciudad costera de Mykolaiv, utilizando armas de precisión lanzadas desde el mar.
Rusia culpa a Ucrania por un ataque del 17 de julio en el puente de Kerch, que une a Rusia con Crimea, y es una arteria clave para los suministros militares y civiles.
La principal agencia de seguridad de Ucrania pareció admitir tácitamente su papel en el ataque del 17 de julio, pero no llegó a reclamar directamente la responsabilidad, haciéndose eco de sus respuestas después de ataques similares anteriores en el puente de Kerch.