Muere Buichi Terasawa, el creador del manga “Cobra”


Tocados llamativos, gafas de sol sistemáticamente atornilladas a la nariz… Al igual que su héroe armado con una “psychogun”, Cobra, el mangaka Buichi Terasawa no pasó desapercibido. Murió a la edad de 68 años el 8 de septiembre tras un infarto de miocardio, anunció en X (ex-Twitter) la empresa Buichi Terasawa Productioninformación recogida por el diario japonés Mainichi.

Nacido en 1955 en la isla de Hokkaido en Japón, Buichi Terasawa se lanzó al cómic en 1974 tras destacar en concursos de manga organizados por editoriales japonesas. Comenzará su carrera en publicaciones. shojodirigido a chicas jóvenes, antes de apoyar como asistente a Osamu Tezuka, superestrella del cómic japonés y padre del manga moderno.

En 1977 tomó su libertad y pocos meses después dio origen a la serie de ciencia ficción que le haría famoso, sobre todo en Francia: Cobra. Publicado entre 1978 y 1984 en la prestigiosa revista Salto Shōnen semanal, esta serie narra las aventuras de un oficinista que, durante una sesión de sueños artificiales, se introduce en la psique de un aventurero espacial. El manga venderá unos 50 millones de copias en todo el mundo según el sitio especializado Mangazenkancitado por AFP.

Gran cinéfilo, Buichi Terasawa confiere a su héroe los rasgos de Jean-Paul Belmondo al protagonista de Cobra : “Me quedé muy marcado por Jadeante [de Jean-Luc Godard, 1960]le dijo al Mundo en 2016. Belmondo hace cosas totalmente “locas” desde el punto de vista japonés, como levantar las faldas de las mujeres en la calle o cerrar sus propios ojos antes de morir. ¡Qué ligereza en la forma de abordar la muerte, un tema tan serio para nosotros! » Con el desarrollo de las herramientas digitales, Buichi Terasawa, en los años 1980, probó técnicas de dibujo y coloración en el ordenador: publicó El murciélago caballero negro (1985), luego en 1992 Takeru.

Con la emisión de la versión animada de Cobra En Francia en 1985, primero en Canal+ y luego en “Récré A2” de Dorothée, toda una generación de jóvenes espectadores se apasionó por este magnífico y ligeramente frívolo justiciero, equipado en lugar de un brazo con un arma destructiva, la temida “psychogun” (radio delta). , en francés), y fumar un cigarro en todas las circunstancias. Con Albator y Actarus (Goldorak), Cobra es uno de los primeros héroes japoneses que se convirtió en auténticos iconos en Francia.

El mundo con AFP





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