Muere Jacques Julliard, historiador y periodista, figura de la «segunda izquierda»


El historiador y periodista Jacques Julliard ha muerto, según se enteró El mundo, Viernes 8 de septiembre, confirmando información de Punto. Tenía 90 años. Historiador de la autonomía obrera y del sindicalismo revolucionario, fue considerado una de las figuras emblemáticas de la «segunda izquierda». Fue editor durante mucho tiempo en Nuevo observadorluego más recientemente a Marianne y columnista en Fígaro.

El anuncio de su muerte, cuyas circunstancias no han sido precisadas, suscitó numerosas reacciones entre los dirigentes políticos y la comunidad periodística.

Desde su nacimiento en 1933 en Brénod, en Ain, Jacques Julliard estuvo inmerso en la política: su abuelo y su padre, radicales, eran alcaldes del pueblo. Su madre era católica practicante. Cuando era niño, vivió la Ocupación, sintiéndose “Temer físicamente a los alemanes. A los 10 años estaba pegado al poste con mis amigos. Algunos fueron deportados”.

En 1954, cuando apenas había cumplido los veinte años, ingresó en la Escuela Normal Superior. Se codea con los responsables de la revista Espíritu, en el que colaboró ​​durante mucho tiempo. En 1958 pasó la agregación de historia y, un año después, fue movilizado como segundo teniente durante la guerra de Argelia. Respondiendo a una de sus nietas, de 22 años, que le pidió que le contara cómo lo había vivido, habla de una “guerra horrible” que lo había marcado de por vida y que era “un período de resistencia” a la tortura y al colonialismo.

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Un compromiso humanista cristiano

Fue a partir de 1965 y la publicación de su primer libro, Rompehuelgas Clemenceau, que teoriza su pensamiento sobre la izquierda francesa. Al mismo tiempo, desde finales de los años 1960, se convirtió en uno de los pilares de Nuevo observador junto a Jean Daniel, fundador de la revista de izquierda.

Académico y sindicalista, militó en el Partido Socialista en los años 1970, donde contaba con Michel Rocard entre sus amigos políticos. Destaca en particular por su proyecto de modernización ideológica del PS, el de la “segunda izquierda”, frente a la “primera”, la miterrandista. En 1978 fue elegido director de estudios de la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales (EHESS).

Acabó dejando la revista tras treinta y dos años de colaboración para incorporarse al semanario en 2010. Marianne donde se convirtió en editorialista. A los 84 años, en 2017, decidió escribir también una columna mensual para El Fígaro.

Desde su compromiso sindical con la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (actualmente CFDT) hasta sus columnas en homenaje a Georges Bernanos o Simone Weil, Julliard ha dejado constancia de su compromiso en un “Humanismo cristiano” a la que espera haber permanecido fiel: «A mis ojos, el Evangelio es la única fuerza revolucionaria en el mundo, la única forma de resistencia a lo que más odio en nuestra sociedad: el utilitarismo, la primacía del dinero… No soy un practicante, pero cuanto más voy Cuanto más mi única línea intelectual y moral es la enseñanza de Jesucristo. »

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El mundo con AFP



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