Muerte de Isabel II: ¿qué corona llevará Carlos III cuando sea rey?


Si bien aún no se conoce la fecha de su coronación, ya surge la duda sobre la corona que decidirá llevar Carlos III para este momento de la historia.

Si Carlos III se convirtió en rey del Reino Unido en el momento en que murió su madre, la reina Isabel II, su coronación no es por ahora. Esta ceremonia, que sin duda será tan seguida como el funeral de la reina, debería tener lugar dentro de varias semanas, incluso meses (hubo que esperar cinco para Isabel II).

Solo entonces el rey llevará su corona. Si lo más probable es que sea el de Saint-Edouard (St Edward’s Crown), otros están a su disposición.

Realizada en 1661 para el rey Carlos II, en oro macizo y engastada con 444 piedras preciosas (rubí, zafiro, amatista, topacio, etc.), la corona de San Eduardo mide 30 centímetros de alto y pesa 2,23 kg. Compuesta por su famoso terciopelo púrpura, que le da su reconocible tonalidad, y armiño en su base, está formada por cuatro cruces patadas, alternadas con cuatro flores de lis. En su parte superior, dos arcos engastados con perlas sostienen un orbe cruciger, sobre el que se asienta una cruz patada final, también ricamente decorada. Su valor se ha estimado en más de 4 millones de euros.

El objeto se ha convertido en el símbolo de la autoridad real en la Commonwealth y se encuentra en los escudos de armas de varios estados.

Cuando no se usa para coronaciones, el tocado se guarda en la Torre de Londres entre las Joyas de la Corona.

Fue utilizado por la reina Isabel II durante su coronación, así como por su padre Jorge VI antes que ella. Es más, desde 1661, solo dos monarcas han decidido sustituirlo para la ceremonia, Victoria y Eduardo VII, por considerarlo demasiado pesado.

Ambos habían optado por la Corona del Estado Imperial. Esto se hizo por primera vez en 1838, antes de que se hiciera una réplica idéntica 99 años después. Su forma y composición recuerdan mucho a la de Saint-Edouard, pero es mucho más ligera (910 gramos). Cerca de 3.000 diamantes, perlas, zafiros, esmeraldas y rubíes lo engarzan.

Tenga en cuenta que si Carlos III decide no usarlo para el momento preciso de la coronación, podría usarlo durante el día. De hecho, los soberanos se han acostumbrado a ponérselo cuando salen de la Abadía de Westminster, debido a que su peso es más soportable. Por ello, es la corona más utilizada.

Finalmente, y aunque el rey Carlos III dispone de otras coronas, no es imposible que decida hacerse crear su propio tocado.





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