Neuralink, la empresa fundada por Elon Musk que desarrolla chips implantables que pueden leer ondas cerebrales, ha recaudado 43 millones de dólares adicionales en capital de riesgo, según un documento presentado ante la SEC.
La presentación publicada esta semana muestra que la compañía aumentó su tramo anterior, liderado por el Fondo de Fundadores de Peter Thiel, de 280 millones de dólares a 323 millones de dólares a principios de agosto. Participaron treinta y dos inversores, según el documento.
Neuralink no ha revelado su valoración recientemente. Pero en junio, Reuters informó que la empresa estaba valorada en unos 5.000 millones de dólares después de operaciones bursátiles realizadas de forma privada.
Fundada en 2016, Neuralink ha ideado un dispositivo similar a una máquina de coser capaz de implantar hilos ultrafinos en el interior del cerebro. Los hilos se conectan a un chip diseñado a medida que contiene electrodos que pueden leer información de grupos de neuronas.
Los implantes de lectura de señales cerebrales son una tecnología que existe desde hace décadas. Pero la aparente innovación de Neuralink radica en hacer que los implantes sean inalámbricos y aumentar la cantidad de electrodos implantados.
En mayo, Neuralink recibió la aprobación de la FDA para ensayos clínicos en humanos después de que su solicitud fuera rechazada previamente, y abrió sus primeros ensayos en humanos para el reclutamiento bajo una exención de dispositivo en investigación por parte de la FDA.
Pero Neuralink está bajo un escrutinio cada vez mayor por lo que los críticos alegan es una cultura laboral tóxica y prácticas de investigación poco éticas.
En un artículo de Fortune de enero de 2022, exempleados anónimos describieron una “cultura de culpa y miedo”, una en la que Musk frecuentemente socavaba la gestión al alentar a los empleados subalternos a “enviarle directamente por correo electrónico sus problemas y quejas”. En agosto de 2020, solo tres de los ocho científicos fundadores permanecían en la empresa, resultado de lo que un artículo de Stat News describió como “un conflicto interno en el que los plazos apresurados… chocaron con el ritmo lento e incremental de la ciencia”.
En 2022, el Comité de Médicos para una Medicina Responsable (PCRM) alegó que Neuralink y UC Davis, que alguna vez fueron sus socios de investigación, habían maltratado a varios monos involucrados en las pruebas del hardware de Neuralink, sometiéndolos a angustia psicológica e infecciones crónicas debido a las cirugías. Los informes de Reuters y Wired sugirieron que las pruebas se estaban apresurando debido a las demandas de Musk de obtener resultados rápidos, lo que provocó complicaciones con la instalación de los electrodos, incluida parálisis parcial e inflamación cerebral.
Durante casi un año, Neuralink estuvo bajo investigación federal por parte del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) por violaciones al bienestar animal. El USDA finalmente concluyó que “no había evidencia” de violaciones del bienestar animal en los ensayos de la startup, aparte de un incidente anterior autoinformado en 2019, pero el PCRM cuestionó los resultados de la investigación.
En noviembre de 2023, los legisladores estadounidenses solicitaron a la SEC que investigara a Neuralink por omitir detalles sobre la muerte de al menos una docena de animales a los que se les colocaron quirúrgicamente sus implantes.