Nuevo gobierno con Geert Wilders: Holanda quiere introducir el “régimen de asilo más estricto de todos los tiempos”.


Menos inmigración, otra política climática, recortes en los servicios públicos y ayuda al desarrollo: la coalición de los cuatro partidos de derecha en La Haya tiene grandes planes. Aún no está claro quién encabezará el gabinete.

Los socios de coalición Pieter Omtzigt, Dilan Yesilgöz y Geert Wilders en una conferencia de prensa el jueves (no en la foto Caroline van der Plas)

Koen Van Weel / Imago

«Países Bajos es un país hermoso. Un país del que estar orgulloso. Tenemos que trabajar duro para ganarnos la confianza de los holandeses. Cada día de nuevo.»

Cualquiera que lea las primeras frases del acuerdo marco firmado por los cuatro socios de la coalición en La Haya quizá no se dé cuenta todavía de que Holanda se enfrenta a un experimento político especial.

Debe declararse la “crisis de asilo”

Por primera vez en la historia del país, el Partij voor de Vrijheid (PVV), un partido de derecha del islamista Geert Wilders, estará en el poder. Por primera vez, ningún líder de partido encabezará el próximo gobierno, que estará formado mitad por políticos y mitad por tecnócratas.

Después de seis meses de duras negociaciones, Wilders, claro ganador de las elecciones de noviembre, y los otros tres protagonistas -el conservador liberal Dilan Yesilgöz, el centrista Pieter Omtzigt y la líder del movimiento campesino Caroline van der Plas- anunciaron el miércoles que había llegado a un acuerdo. El jueves todavía no estaba claro quién debería recibir el puesto de Primer Ministro. En La Haya circula el nombre del socialdemócrata Ronald Plasterk, amigo de Wilder.

El programa de gobierno está preparado para esto y lo tiene todo. Los planes incluyen, entre otras cosas, un cambio radical en la política de asilo y migración, desgravaciones fiscales para la clase media, una flexibilización de las duras normas para la agricultura, la construcción de cuatro nuevas centrales nucleares, recortes en los servicios públicos y en la ayuda al desarrollo. .

El acuerdo que lleva el título tiene apenas 26 páginas “Esperanza, coraje y orgullo” y describe a grandes rasgos los objetivos de la coalición. Destaca especialmente el tema de la migración. Los cuatro partidos proclaman una “crisis de asilo” y quieren introducir una “ley temporal de crisis de asilo”. Según él, se puede suspender la tramitación de las solicitudes de asilo, en la mayoría de los casos las personas sin derecho de residencia pueden ser deportadas y se pueden imponer restricciones al estatuto de asilo, a la reunificación familiar y a la asignación de viviendas sociales.

Las normas de inmigración de la UE, que los 27 estados acaban de acordar, se eludirán con una cláusula de salida. Deberían reforzarse los controles fronterizos. Además, se debe frenar la migración laboral restringiendo la libre circulación de personas y, en última instancia, se debe reducir el número de estudiantes extranjeros en las universidades holandesas.

Las medidas llevan claramente la firma de Wilder, que por supuesto no estará en el gabinete. El jefe del PVV también tuvo que ceder durante las negociaciones de coalición, por ejemplo con sus posiciones radicales antiislámicas o con la promesa de permitir que el país votara sobre la salida de la UE. En una declaración separada tuvo que prometer a los demás partidos que se respetarían los derechos fundamentales. Pero Wilders se mostró visiblemente contento con el “régimen de asilo más estricto de todos los tiempos” cuando habló con la prensa el miércoles por la noche.

Otro objetivo del gobierno será “la seguridad de los medios de vida”, algo que es especialmente importante para el ex democristiano Omtzigt. A partir del año que viene, los ciudadanos deberían poder esperar una reducción del impuesto sobre la renta, más prestaciones por hijos a cargo y una reducción a la mitad de la franquicia en el sistema sanitario.

De nuevo 130 km/h en la autopista

También debería haber un cambio en la política climática y de nitrógeno, que era una preocupación importante del gobierno anterior pero que provocó protestas airadas de los agricultores. La coalición sigue comprometida con los objetivos climáticos internacionales. Sin embargo, se debe evitar la prevista expropiación forzosa de agricultores y la reducción del número de cabezas de ganado. En las autopistas, el límite de velocidad debería ser 130 en lugar de 100. El objetivo es, en última instancia, garantizar la seguridad energética aumentando la producción de gas natural en alta mar y ampliando la producción de electricidad a partir de centrales nucleares.

Los recortes de impuestos y el aumento del gasto social se financiarán mediante recortes en los servicios públicos (1.000 millones de euros) y en la cooperación al desarrollo (2.400 millones de euros). El apoyo a la radiodifusión pública se reducirá en 100 millones de euros al año. También quieren hablar con Bruselas sobre menores contribuciones al presupuesto común.

¿Tiene futuro el “Gabinete de la Esperanza”, como se autodenominan los socios? En los últimos meses ha habido muchas fricciones y las conversaciones amenazaron con fracasar varias veces debido a la desconfianza entre Omtzigt y Wilders. Como miembro del parlamento y líder del PVV, Wilders seguirá moviendo los hilos en segundo plano. Queda por ver si recurrirá a provocaciones como antes o actuará como un estadista. Y los conflictos también son inevitables en la relación con la UE, que insistirá en la lealtad al tratado. El gabinete más derechista que jamás haya tenido Holanda es un experimento de duración indefinida.



Source link-58