«Fue una forma tan fácil de criticar la película: ‘Dame un respiro, ella no parece una niña pequeña'», dijo Bell. «Pero si quieres seguir el viaje, es un viaje divertido. Y me sorprendió gratamente que el público en general lo aceptara». Fue esa respuesta de juego de los fanáticos del terror lo que llevó a Bell a decir: «Oh, vaya, podríamos hacer estas películas para siempre». Según los informes, la película recaudó 37 millones de dólares en taquilla, gran parte de ello a nivel internacional.
Aún así, la búsqueda de futuras secuelas parece menos una cuestión de ganar dinero y más de ser creativo con una franquicia que es conocida por sus tramas ridículas y cursis, pero súper entretenidas. Bell dijo que el escritor David Coggeshall le dijo que quería seguir escribiendo películas de «Orphan» porque «hay tanta libertad. Puedes hacer cualquier cosa». En la primera entrega de la serie, «cualquier cosa» significaba revelar que una dulce niña huérfana era una asesina de adultos que se hacía pasar por una linda adoptada. En el segundo, la película siguió los pasos del salvaje documental «The Imposter» para contar la historia de una familia que fingió que el personaje de Fuhrman era su hija perdida hace mucho tiempo para encubrir un oscuro secreto.
Bell dijo que dada la historia completamente nueva que siguió la segunda película, «el libro de reglas de la franquicia se ha abierto hasta donde todo es posible». Comparó el personaje principal, cuyo nombre real es Leena, con Hannibal Lecter, y señaló que Fuhrman «podría interpretar el papel tantas veces como quisiera, siempre que sea divertido y gratificante». No podemos esperar a ver qué crímenes trastornados comete Leena a continuación.
La tercera película de “Orphan” aún no tiene título ni fecha de estreno.