Solo el 13,5% de los padres respetan las recomendaciones de no exponer a los niños menores de 2 años a las pantallas, según un amplio estudio presentado el jueves al público en general por Ined e Inserm. Los padres que tienen aficiones llamadas «intelectuales», leen libros y periódicos, van al museo o a la biblioteca, limitan más esta exposición que los que consumen muchas pantallas (televisión, videojuegos, PC, smartphone), observan los autores de este estudio publicado en agosto de 2022 en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity.
Cuanto más usan las pantallas los padres, menos siguen las recomendaciones
Cuanto más usan los padres las pantallas, menos siguen las recomendaciones, resumen los investigadores liderados por Lorraine Poncet y Jonathan Bernard de Inserm. Sea cual sea el tiempo de pantalla de los padres, los hogares más desfavorecidos siguen menos las recomendaciones oficiales, observó Jonathan Bernard durante una rueda de prensa.
La exposición a las pantallas se midió en 2013 entre 13.117 niños a la edad de 2 años, como parte del estudio Elfe, el primer estudio longitudinal francés a escala nacional dedicado a monitorear a los niños desde el nacimiento hasta la edad adulta. Esto es apoyado por Ined e Inserm. Más de 18.000 niños nacidos en 2011 son seguidos durante un período de 20 años.
Recomendaciones aún menos seguidas en caso de divorcio
Las recomendaciones de no exponer a los niños menores de dos años a las pantallas se siguen aún menos cuando los padres están separados (solo el 8% las sigue) o cuando ambos padres son inmigrantes (9%). Estas recomendaciones oficiales se respetan un poco más cuando las madres tienen más de 40 años (el 18 % frente al 12 % de las menores de 30), tienen un bachillerato+3 (el 17 % frente al 11 % de las que no tienen el bachillerato).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Academia de Pediatras Estadounidenses, la Academia Francesa de Medicina y el Consejo Superior de Salud Pública recomiendan no exponer a los niños a las pantallas antes de los dos años. Desde 2009, la CSA ha fijado el umbral en 3 años. La exposición excesiva y sin supervisión de un niño a las pantallas se asocia con problemas de salud, como sobrepeso, trastornos del sueño, del lenguaje y del desarrollo cognitivo, según la mayoría de los estudios, señalan los investigadores. También se asocia a trastornos de atención y dificultades escolares.