París, Pekín y Bruselas sofocan la indignación suscitada por las declaraciones del embajador chino en Francia


El incidente puede estar cerrado, pero podría dejar rastros en las relaciones entre China y los países de la Unión Europea (UE). El lunes 24 de abril, Francia, al igual que sus socios europeos, trató de obtener aclaraciones sobre las declaraciones realizadas el viernes en LCI por Lu Shaye, el embajador chino en Francia. Este último había cuestionado la soberanía de los estados de la antigua URSS, al tiempo que cuestionaba el estatus de Crimea, hasta el punto de provocar el clamor en las capitales de la UE y en Ucrania.

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“No es el lugar de un diplomático sostener este tipo de lenguaje”estimó Emmanuel Macron, al margen de una cumbre sobre energía eólica marina organizada en Ostende, Bélgica. “Entonces, plena solidaridad con los países que han sido agredidos en la lectura de su historia y de sus fronteras”agregó el jefe de Estado.

El lunes, Lu Shaye fue recibida por Luis Vassy, ​​el jefe de gabinete de la ministra de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, para una entrevista. «planeado desde hace mucho tiempo», hizo hincapié en especificar el Quai d’Orsay, y no una citación en buena y debida forma. Esto fue, según el ministerio, para reconsiderar «observaciones públicas desalentadoras» de Lu Shaye, en particular sus afirmaciones de que “los países de la antigua Unión Soviética no tienen estatus efectivo en el derecho internacional, porque no existe un acuerdo internacional para concretar su estatus como estados soberanos”.

Calma la tormenta diplomática

El brazo derecho del ministro francés recordó que «toda la comunidad internacional, incluida la República Popular China, había reconocido dentro de sus fronteras existentes a los quince Estados que habían adquirido o recuperado su independencia tras la disolución de la Unión Soviética».

Horas antes, las autoridades chinas también habían buscado calmar la tormenta diplomática desatada por su representante en Francia. “China respeta el estatus de estado soberano de las repúblicas” nació después de la disolución de la Unión Soviética a fines de 1991, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning. Aseguró que China “respeta la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países y apoya los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”. «Tomando nota» de estas declaraciones, Luis Vassy llamó a Lu Shaye «hacer uso de su discurso público de conformidad con las posiciones oficiales de su país».

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“Lo que me interesa es la posición oficial de China. Se ha aclarado, es una buena noticia”, comentó Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea, al término de un Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores celebrado en Luxemburgo. Antes de continuar: “China no cuestiona la soberanía de las antiguas repúblicas soviéticas, ya sea Asia Central, el Cáucaso o los países bálticos. »

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