Tras el éxito de la franquicia «Harry Potter», muchos estudios intentaron crear un fenómeno similar adaptando series de libros para adultos jóvenes muy populares. La franquicia de «Los juegos del hambre» fue una de las pocas que tuvo éxito. «Los juegos del hambre» se distinguió por su tono oscuro, violencia gráfica y temas de peso. La franquicia explora los efectos deshumanizantes del fascismo, la obsesión por la cultura de las celebridades y la presión que se ejerce sobre los jóvenes para solucionar los problemas de sus padres. El éxito de la franquicia «Los juegos del hambre» se remonta a la elección de Jennifer Lawrence.
La emotiva actuación de Lawrence como Katniss Everdeen le da a la audiencia un personaje con el que pueden identificarse. Katniss se cría en una comunidad pobre y aislada. En «Los juegos del hambre: En llamas», se la llevan de su casa para participar en otra ronda de los juegos. Para entrar en el personaje, Lawrence tuvo que comer pescado crudo. Ella confirmó que «sabe exactamente como huele». Aunque el equipo trató de convencerla de que era sushi normal, Lawrence se dio cuenta de que había algo diferente en su comida después de un solo bocado.
Experimentar algunos de los mismos desafíos por los que atraviesa Katniss hizo que la actuación de Lawrence fuera más auténtica. Katniss crece para odiar al gobierno y luchar por un desembolso equitativo de recursos. Para Katniss era importante sentirse como una extraña a la que se le había encomendado un objetivo imposible.