Los dedos humanos son claramente demasiado grandes para jugar con seguridad con los insectos, pero la tecnología podría ofrecer una opción mucho más suave. Científicos de la Universidad de Ritsumeikan han desarrollado «microdedos» robóticos suaves que permiten a las personas interactuar con los insectos. Los diminutos dígitos (solo 0,47 pulgadas de largo y 0,12 pulgadas de ancho) combinan sensores de tensión de metal líquido flexibles con «músculos» de globo neumático para ofrecer la fuerza suficiente para tocar un insecto sin lastimarlo. El operador humano controla la minúscula mano con un guante robótico.
Para probar la tecnología, los investigadores usaron los microdedos para medir la fuerza de reacción de las piernas y el torso de una cochinilla. Los 10 milinewtons de empuje de las piernas de la criatura se alinearon con estimaciones anteriores, una cifra que la ciencia no pudo verificar directamente hasta ahora.
La tecnología podría ser útil para estudiar las fuerzas de los insectos, como caminar o volar (y sí, la tentación de hacerle cosquillas a un insecto está ahí). Sin embargo, el equipo también ve la invención como potencialmente útil para otras interacciones a microescala, particularmente con la ayuda de gafas de realidad aumentada que podrían proporcionar una visión más clara. Las versiones futuras algún día podrían ayudar a los médicos a interactuar directamente con bacterias y virus.
El desafío, como con muchas invenciones científicas, es traducir el descubrimiento a un producto práctico. El equipo de Ritsumeikan advirtió que se trata de una prueba de concepto y un «estudio representativo». Podría pasar un tiempo antes de que la tecnología se pruebe a fondo, y mucho menos esté lista para la producción en masa. De todos modos, esto sugiere un futuro en el que los humanos pueden agarrar y empujar los objetos más pequeños de una manera muy natural.
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