La policía de Serbia disolvió una banda de tráfico de personas cerca de la frontera con Hungría el martes por la mañana y encontró varias armas y cientos de pasaportes y otros documentos tomados de inmigrantes que intentaban llegar a Europa Occidental, dijeron las autoridades.
La policía también descubrió a 120 migrantes, incluidos mujeres y niños, durante la operación en el área de Mali Horgos, según un comunicado.
La operación del martes es la segunda este mes contra traficantes de personas a lo largo de la frontera con Hungría, vecino de Serbia en la Unión Europea. La actividad policial se intensificó luego de un enfrentamiento en el área a principios de julio que dejó una persona muerta.
La policía dijo que encontraron armas de fuego y otras armas con los contrabandistas.
“Cualquier ser humano en nuestro territorio tiene derecho a ser respetado y a la dignidad”, dijo el ministro del Interior, Aleksandar Vulin.
Personas que huyen de la violencia o la pobreza en Oriente Medio, África o Asia han quedado varadas en la frontera húngara con la esperanza de cruzar desde el país balcánico y trasladarse más al oeste.
Pasar sigilosamente por la frontera norte de Serbia a menudo lleva meses porque Hungría ha colocado dos hileras de alambradas de púas y ha desplegado fuertes medidas de seguridad. Por lo tanto, los inmigrantes a menudo recurren a los traficantes de personas para continuar su viaje hacia las naciones más prósperas de la UE.
Los migrantes se enfrentan rutinariamente a peligros en sus largos viajes hacia una vida mejor. Desde Serbia, los inmigrantes también cruzan a Croacia, Bosnia o Rumanía.
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