La yuxtaposición entre la carrera de asesino de John y su vida con Helen tenía que ser marcada para transmitir el nivel de tragedia apropiado para el personaje. En un folleto publicitario sobre la producción de la primera película, David Leitch, quien codirigió la primera película junto a Chad Stahelski, llamó a Helen «el quid de la película». La propia Moynahan declaró:
«Había una gran parte de la historia sobre la que no quería que me informaran. No quería ni necesitaba conocer ese lado de John. Helen trajo amor, luz y alegría a su vida. Conocer el otro lado de John sería una historia diferente para mí. Helen era tan dedicada a su esposo que en los últimos momentos de su vida trató de asegurarse de que lo cuidaran. Y creo que eso fue algo realmente maravilloso, dulce y considerado para ella para hacer».
El productor Basil Iwanyk agregó que «todo lo que sabemos como audiencia es que en el momento en que la conoció, se convirtió en una persona diferente». La transformación de John, o más bien la recaída, en un asesino a sangre fría, solo sucedió después de que encontró el amor y luego lo perdió todo. «John Wick: Capítulo 4», de hecho, establece una distinción interesante entre «John» y «Mr. Wick», como si el personaje fuera dos personas separadas. John Wick puede vencer a muchos tipos malos, pero su verdadero enemigo es este eterno conflicto dentro de sí mismo. Era vital que los espectadores entendieran que, con Helen, estuvo brevemente en paz.