Una película de Black Widow había sido un tema de discusión incluso antes de la formación del MCU. Las conversaciones se remontan a 2004, cuando Lionsgate adquirió los derechos para adaptar el personaje en un largometraje. En aquel entonces, Black Widow era considerado el personaje de Marvel más fácil de llevar a la pantalla grande: ya existía un precedente para las películas de espías con el ascenso de Jason Bourne y sus valientes contemporáneos de la jet-set.
El guionista de «X-Men», David Hayter, había sido elegido para escribir y dirigir para Lionsgate, pero cualquier progreso que lograra fue detenido por una nueva ola de vehículos de acción mal recibidos. «Desafortunadamente, cuando estaba preparando el borrador final, salieron varias películas de justicieras», dijo Hayter a los autores de «MCU». Algunos, como «Tomb Raider», «Underworld» y «Kill Bill», fueron éxitos rentables. Otros, sin embargo, no tuvieron tanta suerte. Después del lanzamiento poco auspicioso de «Æon Flux» dirigida por Charlize Theron, Lionsgate canceló su película Black Widow.
«‘Æon Flux’ no comenzó bien», recordó Hayter. «Y tres días después de su apertura, el estudio dijo: ‘No creemos que sea el momento de hacer esta película'».
Hayter pasó a desarrollar «Watchmen» de Zack Snyder y «Warrior Nun» de Netflix, pero todavía recuerda con pesar los planes cancelados de Lionsgate. «Acepté su lógica en términos de saturación del mercado, pero fue bastante doloroso», continuó. «No sólo invertí mucho tiempo en esa película, sino que también le puse a mi hija, que nació en ese período, el nombre de Natasha».