¿Puede el regreso de Rey redimir los pecados de Star Wars: The Rise Of Skywalker?


Para entender dónde falló «The Rise of Skywalker», veamos la trilogía secuela en su conjunto. No creo que «Star Wars: The Force Awakens» vaya a resistir el paso del tiempo: su reevaluación negativa ya ha comenzado. ¿Por qué? Es un espectáculo de humo y espejos, construido sobre vagos misterios con imágenes y personajes que reconoces. Esas son las únicas herramientas que el director JJ Abrams, quien ha comparado la narración de historias con una caja misteriosa, tiene en su arsenal.

Dicho esto, Abrams tiene un gran ojo para el casting. «The Force Awakens» es más fuerte en su primer acto, cuando se enfoca en presentar a los nuevos personajes: el acólito del Lado Oscuro Kylo Ren (Adam Driver), el desertor Stormtrooper FN-2187/Finn (John Boyega), y finalmente Rey. Como carroñera en el planeta desértico Jakku, Rey fue abandonada por sus padres y espera en vano que regresen algún día. Cuando escucha que la Fuerza la llama, gradualmente se da cuenta de que su camino se encuentra frente a ella, no detrás.

«The Force Awakens» preparó a estos personajes, confiando en el carisma de sus actores, y luego «The Last Jedi» de Rian Johnson les dio dimensión. El viaje de Rey sigue teniendo que ver con la identidad; el clímax de su arco es admitir que sus padres no eran nadie y la abandonaron. Tiene que forjar su propia identidad y eso es mucho más difícil que heredarla.



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