Recursos pesqueros: el océano cada vez más sobreexplotado


Por otro lado, el mundo está tragando cantidades cada vez mayores de productos del mar: el consumo se ha duplicado desde la década de 1960 y ha aumentado un 3 % anual en promedio desde entonces, mientras que la población ha crecido un 1,6 %. Por el lado frontal, los pescadores están recuperando cada vez menos peces de sus campañas en el mar, mientras que la acuicultura está batiendo récords. En 2020, el sector sigue progresando y se está consolidando en los mercados en auge de los animales acuáticos y las algas. La FAO, la Agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, está aprovechando la oportunidad de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se celebrará en Lisboa hasta el 1ejem julio, para hacer públicos, el miércoles 29 de junio, sus datos sobre “La situación mundial de la pesca y la acuicultura”. Una versión subtitulada “Hacia una transformación azul”, porque aboga por prácticas menos destructivas para el medio marino.

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Las estadísticas de la FAO, publicadas desde 1995, tienen sus límites: provienen de declaraciones de los Estados. Sin embargo, su análisis refleja tendencias no sólo en la situación de un sector que contribuye «una contribución esencial a la seguridad alimentaria mundial», como señalan los ponentes, sino también la evolución de los recursos pesqueros, y por tanto la del deterioro del estado de salud de los medios marinos. En 2020, las capturas marítimas totales cayeron un 4% respecto a la media de los tres años anteriores, hasta alcanzar los 78,8 millones de toneladas.

La FAO vincula esta fuerte caída a la pandemia de la Covid-19, que obligó a algunos pescadores a quedarse en tierra por falta de salidas. También lo explica por la decisión de China -campeona absoluta de los muy grandes volúmenes- de revisar a la baja sus declaraciones y por una reducción de las capturas de anchoa, un pequeño pescado con abundancia muy fluctuante, muchas veces destinado a acabar en harina. Los atunes, cefalópodos, langostinos y langostas siguen siendo muy explotados.

En realidad, para los recursos haliéuticos, la pendiente descendente comenzó a principios de la década de 1990, con una escalada de embarcaciones poderosas y artes de pesca sofisticadas. La captura anual promedio alcanzó entonces los 81,9 millones de toneladas, antes de descender a 81,6 millones y luego a 79,8 millones durante las próximas dos décadas. La pesca de agua dulce, que asciende a 11,5 millones de toneladas, no sigue la misma curva: ha aumentado en las últimas décadas, pero ha descendido respecto a 2018 y 2019.

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¿Por qué los recursos marinos siguen disminuyendo? “Debido a la sobrepesca, la contaminación, la mala gestión y otros factores”, responde sin rodeos la FAO. El número de poblaciones de peces sobreexplotadas aumentó otro 1,2 % entre 2017 y 2019. Los expertos observan que solo dos tercios de las poblaciones de peces y mariscos (64,4 %) no se pescan hasta el punto de no poder pescar. reconstituir. Evaluaron esta proporción virtuosa en un 90% en 1974. Sin embargo, la restauración de las poblaciones sobreexplotadas podría aumentar los volúmenes de capturas en el mar en 16,5 millones de toneladas por año, señalan los relatores.

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