Según los investigadores, los sospechosos movían una enorme cantidad de drogas: hasta 100 kilogramos de metanfetamina y 20 kilogramos de cocaína y otros estupefacientes vendidos en toda Eslovaquia cada mes. Los delincuentes pueden haber estado manejando su negocio ilegal durante años.
Negocio gestionado desde Kittsee
La droga procedía de los Países Bajos y se importaba a Austria y Eslovaquia. Los perpetradores tenían su propio apartamento en Kittsee, que se usaba exclusivamente como una instalación de almacenamiento provisional para las drogas. La ciudad justo en la frontera con Eslovaquia también fue el centro logístico. A partir de aquí, un matrimonio y un hombre de 40 años dirigían los negocios de la pandilla, siendo el marido de 50 años el «jefe». Los tres tenían su residencia principal en Kittsee, pero tienen ciudadanía eslovaca.
220 policías involucrados
La Policía Estatal Criminal, junto con la autoridad antidrogas del vecino país, investigaba a la banda de los doce desde marzo del año pasado. A principios de febrero de este año hubo una acción concertada en la que participaron un total de 220 policías. Se realizaron 17 registros domiciliarios, dos de ellos en Kittsee. Los agentes incautaron grandes cantidades de cocaína y hachís. Valor en la calle: ¡Más de 100.000 euros! También se confiscaron dinero en efectivo, relojes caros y joyas.
Además, el jefe de la banda fue capturado mientras se encontraba en una clínica en Serbia. Los doce sospechosos, todos eslovacos, están bajo custodia en el país vecino.