Reforma de pensiones: respuestas a preguntas para entender sus contornos y desafíos


El proyecto de ley presentado por el gobierno pretende garantizar a los empleados que han trabajado «al salario mínimo [leur] carrera [aient] una pensión del 85% del salario mínimo neto, o unos 1.200 euros brutos al mes”. Pero no hay pensión mínima en la práctica. Hay, sin embargo, un mínimo contributivo (o «MICO»), que el gobierno pretende revalorizar hasta en 100 euros al mes. Es sumando esta pensión básica y una pensión complementaria que el gobierno llega al orden de magnitud de “1.200 euros al mes”.

Además de este mínimo contributivo, existe otro mecanismo que garantiza un nivel mínimo de vida a los jubilados: el subsidio solidario para el adulto mayor (Aspa), comúnmente llamado edad minima, pagado sujeto a prueba de medios. Desde principios de enero de 2023, la cuantía garantizada por Aspa es de 961 euros mensuales para una persona sola y de 1.492 euros para una pareja (las ayudas complementan los ingresos del/los jubilado/s para alcanzar estos umbrales).

Nota: aunque estos dos mecanismos tienen un objetivo similar (garantizar un ingreso mínimo para las personas mayores), sus naturalezas son diferentes: el mínimo contributivo es una pensión de jubilación, mientras que el Aspa es asistencia social. Así, el pago del “MICO” es automático, no así el del Aspa.

Además, las sumas abonadas en virtud del Aspa son parcialmente recuperables por el Estado o el fondo de pensiones a la muerte del jubilado, como parte de su patrimonio. Actualmente, las fincas están exentas de esta recuperación hasta 39.000 euros en patrimonio netopero la reforma del Gobierno prevé elevar este umbral hasta los 100.000 euros.



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