Regulaciones del siglo XIX: el estado estadounidense de Arizona restablece la prohibición del aborto de 1864

Un fallo innovador del tribunal más alto del estado estadounidense de Arizona. La Corte Suprema de Phoenix decidió por 4 votos a 2 el martes para declarar válida una estricta ley sobre el aborto de 1864. La mayoría del tribunal afirmó en su fallo que la ley, que fue promulgada cuando Arizona aún no era un estado de EE.UU., “ahora puede hacerse cumplir”. (Debido a los numerosos procedimientos judiciales en curso, la ley probablemente no entrará en vigor como muy pronto hasta el próximo mes).

La ley del siglo XIX prevé una prohibición casi total del aborto. Por lo tanto, en este estado de 7 millones de habitantes, el aborto sólo está permitido si la vida de la futura madre está en peligro. Los médicos que realicen abortos también podrían ser castigados con hasta cinco años de prisión. “Esta es una tremenda victoria”, dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta de la organización antiaborto SBA Pro-Life America.

Los círculos de izquierda inmediatamente criticaron duramente el veredicto. En una declaración escrita, el presidente Joe Biden lo llamó “el resultado de la agenda extremista de los funcionarios electos republicanos”. También generó críticas de algunos políticos republicanos. Kari Lake, figura decorativa del ala derecha del Partido Republicano en Arizona, dijo: La ley, que fue redactada antes de que Arizona fuera admitida en la Unión, no está en consonancia con la voluntad del pueblo.

La nueva y antigua prohibición reemplaza un límite de tiempo que la legislatura de Arizona aprobó en la primavera de 2022. Esta solución debería haber llenado el vacío que surgió en todo el país cuando la Corte Suprema de Washington anuló el derecho del país al aborto (Roe v. Wade) a principios del verano de 2022. El tribunal de Phoenix ha puesto un freno a los políticos. Decidieron que la ley aprobada en 1864 tenía prioridad.

Críticas a la posición de Trump

En el año electoral de 2024, Arizona, un estado políticamente disputado, se enfrentará una vez más a un debate sobre el derecho al aborto. Lake, que quiere ser elegido para el Senado de Estados Unidos en noviembre, pidió al parlamento local que encuentre rápidamente una solución mejor. Los activistas de izquierda quieren programar un referéndum sobre el aborto al mismo tiempo que la votación nacional en noviembre.

Se trata de un debate que los republicanos en realidad quieren evitar, porque numerosas votaciones en los últimos dos años han demostrado claramente que la mayoría de la población rechaza restricciones integrales al derecho al aborto. Y porque ningún otro tema motiva tanto a la base del Partido Demócrata como la disputa sobre el aborto.

Donald Trump, el candidato presidencial republicano designado, también lo sabe. A principios de semana, el expresidente anunció en un mensaje de vídeo que apoyaba un enfoque federalista: por lo tanto, cada estado federado podría decidir si se permiten o no los abortos.

Con esta declaración, Trump en realidad quería poner fin al enconado debate sobre una prohibición nacional del aborto en su partido. Pero no lo logró, también porque recurrió a palabras vagas por temor a una fuerte reacción. Trump fue atacado por Mike Pence, precisamente su ex adjunto. El ex vicepresidente calificó la posición de Trump sobre el servicio de mensajes cortos X (antes Twitter) como «una bofetada» para los votantes republicanos religiosos.

Recientemente, Trump dio la impresión de que estaba a favor de una solución con un plazo nacional. Se pronunció repetidamente a favor de permitir el aborto hasta la semana 16. También abogó por excepciones legales a esta solución de plazo en casos de violación, incesto y cuando la vida de la madre esté en peligro.

Una solución nacional así habría sido liberal, también con respecto a los Estados europeos. (En Suiza, el aborto no es punible en las primeras 12 semanas desde el inicio del último período). Pero ahora Trump ha elegido un camino diferente y, por tanto, se enfrenta a la realidad. Muchos políticos republicanos locales no dan mucha importancia a las soluciones con plazos. Actualmente, el aborto está casi completamente prohibido en 16 de los 50 estados miembros. En varios otros estados, incluida Florida, se prevén restricciones integrales al aborto.