El viernes 28 de octubre, los bomberos de Reims hicieron un macabro hallazgo en un apartamento: un hombre vivía desde hacía meses con el cadáver en descomposición de su madre.
No habría «tenido fuerzas para avisar» a los servicios de emergencia. Un residente de Reims (Marne) sorprendió a los bomberos cuando abrió la puerta de su apartamento. En el sofá, descubrieron el cadáver en descomposición de Marguerite, su madre de 75 años. Habían pasado casi cinco meses desde que la jubilada había muerto, sin que su hijo, que padecía problemas psicológicos, se hubiera molestado en pedir ayuda.
Una familia solitaria
Según información del diario L’Ardennais, fue el arrendador del alojamiento quien dio la alerta, preocupado por no tener la más mínima noticia de su inquilino. Cuando llegaron al lugar, los bomberos descubrieron un apartamento “totalmente insalubre”, con el cadáver del septuagenario en completa descomposición sobre el sofá y un olor absolutamente atroz. Hasta el punto de preguntarse cómo su hijo, aunque discapacitado mental, pudo pasar tantas semanas encerrado en el alojamiento.
Este último fue arrestado primero por la policía por homicidio, antes de ser finalmente liberado tras los resultados de la autopsia de los restos de Marguerite, que concluyó que murió de forma natural, según explicó el fiscal de Reims. Finalmente fue hospitalizado después de un examen psiquiátrico.
En cuanto al vecindario, varias personas confiaron que la jubilada era una mujer “muy agradable, muy generosa”, pero con una regla estricta: nadie tenía derecho a entrar al departamento. En particular, se había acostumbrado a que le entregaran la comida, que se dejaba fuera de la puerta. Una puerta blindada, lo que explicaría por qué el olor a descomposición no alertó finalmente a los vecinos.