Renacionalizar EDF, un mensaje político que por sí solo no resolverá las dificultades del grupo


¿Renacionalizar EDF? Como muchos de sus competidores, particularmente de izquierda, el candidato presidencial Emmanuel Macron lo insinuó en marzo. Su Primera Ministra, Elisabeth Borne, lo confirmó a la Asamblea Nacional, el miércoles 6 de julio: el Estado efectivamente ha » la intención » para hacerse cargo del 100% del grupo Electricité de France (EDF), del que ya posee casi el 84% de las acciones.

El ejecutivo también está considerando reemplazar a Jean-Bernard Lévy antes de que finalice su mandato en marzo de 2023: el actual jefe de EDF habrá alcanzado entonces el límite de edad de 68 años, establecido por la empresa. la «proceso de sucesión» ya ha comenzado, dicen en nota de prensa del 7 de julio, el Ministerio de Economía y el de la Transición Energética.

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La renacionalización de EDF es simbólica, tras la apertura de su capital en 2005. Un símbolo que el accionista estatal puede permitirse a un coste menor: las acciones de EDF apenas superan los 9 euros, en la noche del 7 de julio, para una capitalización de unos treinta mil millones de euros. Eso es tres veces menos que su precio (32 euros) cuando salió a bolsa, hace casi diecisiete años. En este contexto, la amortización de las acciones restantes (1% para empleados y 15% para inversores institucionales y particulares) requeriría entre 5.000 y 6.000 millones de euros. A través de la voz del Ministro de Economía Bruno Le Maire, el gobierno anuncia que ha registrados 12.700 millones (…) para financiar la operación de nacionalización de EDF, pero también cualquier otra operación que sea necesaria de aquí a fin de año”.

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Renacionalizar la empresa significa sacarla de la bolsa de valores, y por tanto de ciertas obligaciones de comunicación. También manténgalo fuera del radar de las agencias de calificación financiera, cuyas calificaciones influyen en la capacidad de endeudamiento. “En el corto plazo, el Estado tendrá que resolver un gran problema financiero, ninguna empresa que cotiza en bolsa puede soportar tal esfuerzo”dice Nicolas Goldberg, consultor de Colombus Consulting.

El grupo debe, de hecho, superar una montaña de inversiones, entre el mantenimiento de la flota nuclear existente y el relanzamiento de un nuevo programa de construcción. O cerca de 50.000 millones de euros entre 2014 y 2025 para el “gran carenado” destinado a los cincuenta y seis reactores actuales, según el Tribunal de Cuentas. Y cerca de 50.000 millones de euros adicionales para los seis futuros reactores anunciados en febrero por el jefe de Estado, para su puesta en marcha como pronto en 2037, según un escenario del ejecutivo.

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