Reseña del Festival de Cine de Londres: Mark Rylance en ‘Inland’ de Fridtjof Ryder


El guionista y director Fridtjof Ryder hace un impresionante debut con Interior, que tuvo su estreno mundial en el BFI London Film Festival esta noche. El cineasta germano-inglés, que también produce, ha entregado una meditación atmosférica sobre la familia, la pérdida, la naturaleza y el medioambiente, con excelentes actuaciones de Mark Rylance y el recién llegado Rory Alexander.

En los créditos, el personaje de este último es conocido como El Hombre, y la historia contemporánea rinde homenaje a la antigua leyenda del Hombre Verde. Ambientada en Gloucester, Reino Unido, en las afueras del Bosque de Dean, lo ve regresar a casa después de un tiempo en una instalación. Su madre ha desaparecido y su figura paterna, el mecánico Dunleavy (Rylance), le da la bienvenida con un amable saludo en broma: «Tú, tonto Billy». Es una frase reveladora que marca la pauta de una relación afectuosa y de un personaje que recurre al humor cuando la conversación corre peligro de ponerse seria.

Si bien el saludo aparentemente se refiere al vello facial que ha adquirido el joven, también implica que «Silly Billy» es un eufemismo y que ha estado en algún tipo de problema. Los detalles de esto surgirán en los próximos días, pero no espere una imagen completa: las pistas sutiles se arrojan en conversaciones ambiguas, con la sensación de que nadie habla realmente con franqueza.

Cuando The Man visita un bar/burdel con amigos, el diálogo sigue siendo juvenil y real, pero las imágenes cuentan una historia diferente y surrealista, recordando escenas de Jonathan Glazer. Bajo la piel.

El intrigante escenario toma varios giros antes de llegar a una conclusión que se siente bastante repentina, invitando a ver la película por segunda vez con atención a su abundante simbolismo. La narrativa enigmática no será para todos, pero no hay duda sobre la calidad de la realización cinematográfica.

Rodada con un micropresupuesto por un director de 22 años, Interior se ve, se siente y suena muy elegante. Todos los departamentos hacen un gran trabajo construyendo mundos y estableciendo un tono tangible.

Las actuaciones son uniformemente fuertes, incluyendo a Shaun Dingwall como el empleado de Dunleavy, John, y Eleanor Holliday como una figura materna que entra y sale de la imagen, subrayando la sensación de pérdida y la necesidad de conectarse con la Madre Naturaleza.

Pero es la relación central entre los dos hombres lo que es más convincente. Alexander hace un giro silencioso, discreto y convincente, defendiéndose junto a la potencia que es Rylance. Después de haber retomado recientemente su papel en la obra de teatro de Jez Butterworth JerusalénRylance está en su elemento en esta película que toca algunos temas similares a los de esa producción, y le permite al actor usar una gama completa de gestos cómicos y auténticos al mismo tiempo que irradia calidez.

Por último, Interior Puede generar más preguntas de las que responde, pero es una tarjeta de presentación notable con actuaciones para saborear.





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