Revolucionó el mercado de las gafas: Günther Fielmann ha muerto


Günther Fielmann murió a la edad de 84 años. Su legado sigue teniendo impacto.

Günther Fielmann revolucionó El mercado de las gafas.

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allá. Günther Fielmann ha fallecido a la edad de 84 años, según anunció el viernes el grupo Fielmann. Se durmió tranquilamente con su familia en Lütjensee, Schleswig-Holstein. Günther Fielmann fundó la óptica del mismo nombre, que revolucionó el mercado de las gafas con modelos asequibles. Ahora está dirigida en la segunda generación por su hijo Marc Fielmann.

Fielmann es la cadena de ópticas más grande de Alemania. La empresa también tiene sucursales en Suiza, Polonia, Luxemburgo y los Países Bajos; en 2022 había en total más de 900 sucursales. Fielmann emplea a más de 23.000 personas, tiene unas ventas anuales de más de 1.600 millones de francos y más de 27 millones de clientes. El grupo cubre toda la cadena de valor de las gafas, desde el diseño hasta la fabricación y la comercialización hasta la óptica oftálmica.

Fielmann era considerado el Robin Hood del mercado de gafas

Günther Fielmann fundó la cadena de ópticas hace unos 50 años. En 1972 abrió su primera óptica en Cuxhaven, una pequeña ciudad del norte de Alemania, cerca de Hamburgo.

Fielmann reconoció un hueco en el mercado en el negocio de las gafas graduadas, es decir, las ayudas visuales cuyos costes corren a cargo de las compañías de seguros de salud. Estos eran impopulares debido a la selección muy limitada de sólo seis monturas de plástico para adultos y estigmatizaban al comprador como de bajos ingresos. En 1981, Fielmann firmó un contrato innovador con una compañía de seguros de salud en Essen y creó 90 modelos con un total de 640 variantes de metal y plástico. La era de los vasos estándar para cajas registradoras estaba llegando a su fin.

Günther Fielmann era conocido como el “Robin Hood de los que usan gafas”. Otros ópticos también lo llamaron así y lo acusaron de dumping de precios. En una entrevista de 2011, Günther Fielmann afirmó que los “ataques” de la competición los consideraba algo positivo. La resistencia le demostró que estaba en el camino correcto.



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