Sacado a la luz el fabuloso proceso embrionario que sitúa el corazón a la izquierda


¿De dónde viene la asimetría izquierda-derecha de los cuerpos de los animales? Si la embriología no puede responder a la pregunta de por qué, ilumina el cómo. ¿Tenemos el corazón a la izquierda? Es, en la escala de los tiempos evolutivos, fruto del azar y de la necesidad, como tan acertadamente relató Jacques Monod (1910-1976), Premio Nobel de Medicina. Pero también es, a escala embrionaria, el resultado de una minúscula y formidable saga celular y molecular. Una saga contada por dos estudios de prodigiosa elegancia, publicados en la revista Ciencia del 6 de enero.

Estos dos estudios, uno realizado en peces cebra por estadounidenses y el otro en ratones por japoneses, resuelven un rompecabezas difícil. Sorprendentemente, revelan, en estas dos especies, un conjunto de construcciones moleculares desarrolladas de manera idéntica o casi. Demostrando así que a lo largo de la evolución se ha conservado el mecanismo que gobierna el destino lateral de los órganos. Por lo tanto, es probable que también funcione en el embrión humano.

Pez cebra, ratón, vaca, cerdo, humano… Todas estas especies tienen un triple eje corporal. Los dos primeros son obvios: obviamente, la cabeza se diferencia de la cola o de las patas (este es el eje anteroposterior); y el lado dorsal, del lado ventral. Pero el tercer eje es más secreto: la asimetría derecha-izquierda de muchos órganos se oculta bajo el cráneo y en las entrañas. En la gran mayoría de los humanos, el corazón y el bazo están a la izquierda, mientras que el hígado y la vesícula biliar están a la derecha. Nuestros intestinos siempre se enrollan en sentido antihorario; y los dos hemisferios de nuestro cerebro también son asimétricos…

En una de cada diez mil personas, sin embargo, el corazón está a la derecha. Cuando todas las vísceras forman una imagen especular de su posición habitual, esta anomalía genética, o situs inversus, por lo general no es un problema. En 2019, así se descubrió, durante una autopsia, que una mujer de 99 años vivía normalmente con esta particularidad anatómica. “Pero cuando la inversión de las vísceras es incompleta, genera problemas de salud”explica Maximilian Fürthauer, del Instituto de Biología Valrose, en Niza (CNRS, Inserm, Universidad de la Costa Azul).

El gen «Nodal»

Los genes que gobiernan las asimetrías cabeza-cola o espalda-vientre se descubrieron en la década de 1980. “Pero fue necesario hasta 1995 para identificar un gen que solo se activa en el lado izquierdo del embrión”, explica Maximilian Fürthauer. Este gen, llamado “Nodal”, juega un papel clave en este asunto; volveremos sobre esto.

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