Salud mental: este es el momento en el que no debes comer


Un estudio reciente realizado por investigadores estadounidenses ha demostrado que el momento de comer tiene un impacto significativo en la salud mental.

Algunas personas se levantan en medio de la noche para ir a comer. Pero este hábito no está exento de consecuencias sobre la salud mental. En cualquier caso, así lo confirma un estudio realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos). Publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, revela que comer de noche puede aumentar el riesgo de depresión y ansiedad.

Antes de llegar a esta conclusión, los científicos separaron a 19 participantes, 12 hombres y 7 mujeres, en dos grupos. Pidieron a los individuos del primer grupo que comieran solo durante el día y a los del segundo que comieran durante el día y la noche. Dos semanas después, no se observó ningún cambio en el estado de ánimo de las personas pertenecientes al primer grupo, es decir, las que comían solo durante el día.

Por el contrario, los investigadores encontraron que los participantes que comían durante el día y luego en medio de la noche tenían trastornos del estado de ánimo. Específicamente, «los niveles de ánimo depresivo aumentaron en un 26 % y los sentimientos de ansiedad en un 16 %», se lee en el comunicado.

una desalineación circadiana

Y por una buena razón, la ingesta de alimentos durante el día interrumpe el ritmo circadiano, es decir, el período durante el cual estamos despiertos luego del sueño. Hablamos entonces de desalineación circadiana, que se caracteriza por una desalineación del ritmo sueño/vigilia con la alternancia día/noche. Sin embargo, esta desincronización, explican los especialistas, tiende a favorecer la aparición de síntomas depresivos y ansiosos.

«El momento de la ingesta de alimentos es una estrategia novedosa para minimizar la vulnerabilidad del estado de ánimo en personas con desalineación circadiana, como las personas que trabajan por turnos, experimentan el desfase horario o sufren de arritmias circadianas», dijo el coautor del estudio, Frank AJL Scheer.

Sin embargo, dijo Sarah L. Chellappa, que participó en el trabajo, «se necesitan más estudios para determinar si los cambios en los horarios de las comidas pueden ayudar a las personas que sufren trastornos depresivos y de ansiedad».



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