El fundador y ex director ejecutivo de FTX, Sam Bankman-Fried (también conocido como SBF), se declaró inocente de cinco cargos penales adicionales esta mañana, según CNBC. Los fiscales acusan al deshonrado ejecutivo de criptomonedas de fraude y soborno por conspirar para enviar al menos 40 millones de dólares a funcionarios del gobierno chino para que descongelaran más de 1.000 millones de dólares en criptomonedas, que supuestamente utilizó para financiar operaciones que generaban pérdidas.
El martes, la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York (SDNY, por sus siglas en inglés) reveló la tercera ronda de cargos penales contra SBF en una acusación de reemplazo; SBF ahora se ha declarado inocente de los 13 cargos. Además, enfrenta cargos civiles de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC). Su abogado, Mark Cohen, afirmó que presentaría una moción para que SBF no pueda ser juzgado por los cargos presentados después de su extradición de las Bahamas en diciembre.
Los fiscales federales alegan que SBF y sus socios intentaron “numerosos” métodos legales y personales para descongelar los fondos antes de seguir adelante con el soborno. Dicen que SBF ordenó a Alameda Research, la empresa hermana de FTX, transferir más de $40 millones a una billetera privada. Por supuesto, es ilegal que los ciudadanos estadounidenses sobornen a funcionarios extranjeros para generar negocios. Los nuevos cargos aumentan la presión sobre Bankman-Fried, de 31 años, quien supuestamente “llegó al juzgado aproximadamente una hora antes de la audiencia, luciendo desaliñado después de una intensa avalancha mediática”.
Tres exejecutivos de FTX, Caroline Ellison, Zixiao «Gary» Wang y Nishad Singh, se declararon culpables de los cargos de fraude y conspiración y acordaron cooperar con la fiscalía. Aún no se sabe nada sobre el fallo del juez sobre si SBF se verá obligado a usar un teléfono con funciones y limitar el acceso a Internet como parte de los términos de su fianza. Después de que se revelara que SBF estaba usando una red privada virtual (VPN) y posiblemente manipulando a los testigos, el juez de distrito Lewis Kaplan dijo anteriormente que no quería que SBF estuviera «suelto en su jardín de dispositivos electrónicos».