Según la policía, la crueldad con la que seis personas fueron asesinadas la noche del lunes en una propiedad privada en California indica el acto de asesinos profesionales. No está claro si existe una conexión con un registro domiciliario reciente. Se encontraron armas y drogas y una persona fue detenida.
Los oficiales de policía están investigando la escena del crimen en el pequeño pueblo de Goshen el 16 de enero. Ven una conexión con el entorno de las pandillas y las drogas.
(dpa)
Una madre de 17 años y su bebé recibieron un disparo en la cabeza en un espantoso asesinato séxtuple en el estado estadounidense de California. El crimen tuvo lugar en un pequeño pueblo llamado Goshen en el condado de Tulare y se cree que fue cometido por delincuentes de drogas, dijo el sheriff Mike Boudreaux a los periodistas el lunes. Según Los Angeles Times, el gerente de distrito, Eddie Valero, habló de una «mala pesadilla» que se había hecho realidad.
Con la ayuda de dos testigos presenciales que se dieron a la fuga y las cámaras de vigilancia, se pudo reconstruir cómo dos hombres se colaron en la propiedad de un edificio residencial alrededor de las 3:30 a. m. (hora local) del lunes por la noche. Luego, uno por uno, se dispararon los tiros mortales. Cuando los primeros policías llegaron al lugar del crimen poco después, se les presentó una imagen terrible.
La puerta de la casa había sido pateada y un hombre muerto yacía en el pasillo. La joven madre aparentemente trató de huir con su bebé de seis meses, dijo Boudreaux. Su cuerpo sin vida fue encontrado más tarde en una zanja, el niño muerto acunado en sus brazos. Según los investigadores, ambos recibieron disparos en la cabeza, al igual que una anciana en la casa que aparentemente fue asesinada mientras dormía en su cama. El resto de los muertos son hombres cuyos cuerpos yacían en la calle frente al inmueble. Uno de ellos solo pudo ser identificado mediante pruebas de ADN debido a la gravedad de sus lesiones faciales. Según la policía, varias de las víctimas pertenecían a la misma familia.
Se busca al menos a dos sospechosos fugitivos, presumiblemente con vínculos con pandillas y delitos de drogas. “Creo que está directamente relacionado con el cartel”, dijo el alguacil Boudreaux a Los Angeles Times. «Este nivel de violencia, no era un delincuente menor clásico». Más bien, tal “masacre horrible” apunta a nefastos asesinos profesionales. Los investigadores están investigando un posible vínculo con un registro de la casa hace una semana que condujo al arresto de una persona y la incautación de armas de fuego, marihuana y metanfetamina.
Según el informe periodístico, el pueblo de Goshen tiene alrededor de 5.000 habitantes, la mayoría de ellos con raíces latinoamericanas. Aunque, o quizás porque, solo medio millón de personas vivían en el distrito agrícola del condado de Tulare, jugó un papel importante en el contrabando de drogas de México a los Estados Unidos. El área ha sido un paraíso para los contrabandistas desde al menos la década de 1970.