Siete años después del suicidio de un recluso en el centro de detención preventiva de Bar-le-Duc, dos magistrados en libertad


El caso, iniciado en un vergonzoso rincón de la mesa, termina en cola de pez. El Tribunal Penal de Lyon liberó, el miércoles 26 de octubre, a dos magistrados procesados ​​por «falsa escritura pública» y «detención arbitraria». Los motivos de la sentencia aún no estaban disponibles el jueves, pero la decisión cumple con lo solicitado por el fiscal. Hubo un «sucesión de omisiones y errores», a «falta de verificación» y los «faltas disciplinarias», pero “sin intención fraudulenta”dijo en la audiencia del 21 de septiembre, solicitando la liberación, según comentarios informados por la Agence France-Presse.

Probablemente el caso no sería tan delicado si estos descuidos, errores y faltas no hubieran provocado el suicidio de un hombre de 49 años. Eric Hager, bajo tutela y desempleado, había estado en prisión preventiva durante nueve meses en el centro de detención preventiva de Bar-le-Duc, en espera de juicio por apuñalar a su padrastro, con quien había estado bebiendo todo el día. Condenado el 12 de junio de 2015 a dos años de prisión, incluidos dieciocho meses de prisión, debía ser puesto en libertad el mismo día, pudiendo el juez de ejecución de pena ajustar el resto de la pena.

El secretario de la prisión, atónito, se dirige al juzgado, al otro lado de la plaza, y cae sobre los dos magistrados que presidían la audiencia y representaban al ministerio público en este expediente único de la mañana. Dicen que cometieron un error. La continuación de la detención no fue solicitada ni discutida en la audiencia ni pronunciada. Queriendo subsanar esta omisión en una decisión que les parecía evidente, se modifica el expediente penal para añadir la mención «MED», por prisión continuada. Es la falsificación de una decisión judicial.

“Consecuencias dramáticas”

Informado de este cambio a la 1:30 p. m., Eric Hager pide llamar a su madre, como lo hace todos los días. Alrededor de las 13:40, él le confía a ella, antes de colgar: «Me voy a ahorcar, eso es todo. » A las 13:50 horas lo encontraron ahorcado en su celda.

La justicia tardó siete años en pronunciarse sobre este dramático hecho. Siete años esmaltados con múltiples giros, como si la justicia tuviera problemas para juzgar a los suyos.

Una primera denuncia de la familia del occiso por “falsificación en escritura pública” y “homicidio involuntario” fue desestimada, en enero de 2017, por la fiscalía de Epinal. Aceptó la hipótesis de un error de derecho, que no es delito. El presidente habría dicho que se confundiera “orden de depósito”, que se refiere a una persona encarcelada antes de ser juzgada, y “mantenimiento en detención”, para una persona condenada mientras ya está encarcelada.

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