Ries argumenta que para evitar la pérdida de sangre, estos dedos evolucionaron para crecer continuamente desde un punto más cercano a la mano. Estas zonas de crecimiento retiran inmediatamente el ya limitado suministro de sangre al tejido blando al comienzo del cortejo.
El planeta de los gigantescos dedos de hot dog tambaleantes
Sin embargo, esta línea de tiempo ramificada de la selección natural afectaría más que solo la apariencia de las personas. La forma en que nuestra forma física ha evolucionado también tiene un gran impacto en nuestra civilización y estructuras sociales. Por ejemplo, no es coincidencia que la mayoría de las matemáticas tiendan a usar la base 10, usando la misma cantidad de números que la mayoría de las personas tienen dedos. La línea de tiempo gigante y tambaleante de los dedos de salchicha vería una civilización humana que sería diferente en muchos aspectos, obvios y sutiles, desde nuestra relación con la tecnología hasta la moda y las costumbres sociales.
“Con los dedos tambaleantes de los perritos calientes evolucionando en lugar de las manos humanas modernas, una sociedad tecnológica solo sería posible utilizando los pies y la boca como principales manipuladores de herramientas”, nos dice Ries. “Esto significaría que la mayoría de los sistemas de control e interfaz probablemente estarían en el suelo o más cerca, mientras que otros estarían más cerca de la altura de la cabeza. La ropa sería diferente y, en varias culturas, ocultaría las manos por completo o trabajaría para mostrarlas, según los tabúes sociales”.
Incluso nuestra dieta habrá cambiado en la línea de tiempo gigante y tambaleante del dedo del hot dog, como señala Ries: “Sin manos para cazar usando lanzas, es posible que hayamos dependido de la búsqueda de alimento aún más, recolectando frutas y mariscos con la boca o los pies. Por lo tanto, puede haber menos carne de animales grandes en la dieta global, con una cultura que se desarrolla en torno a frutas, materiales vegetales y mariscos en tierra”.
Nuestro arte y nuestra cultura también se verían drásticamente diferentes en este mundo, más allá de la escena de «actores comiéndose los dedos unos a otros» que ve Evelyn en la televisión de la lavandería.
“El arte visual seguiría varios caminos, tal vez incluso más énfasis en las huellas de las manos en las cuevas para mostrar poder o estatus social”, sugiere Ries. “Pintar usando los pies daría como resultado galerías más abajo en las paredes de las cuevas, mientras se sostienen aplicadores en la boca y una forma de arte completamente diferente más arriba, o se usa para refinar el trabajo realizado por los pies”.