Los fanáticos pueden sentirse tentados a llamar falta, protestando porque este corto no sigue las «reglas» de la franquicia y pone patas arriba décadas de los ideales de «Star Wars» de George Lucas. Pero considere la nota completamente ambigua que «Sith» deja a los espectadores y lo emocionante que es adentrarse en aguas desconocidas en una franquicia de 45 años que, sin duda, había comenzado a sentirse un poco obsoleta.
«Sith» elige encontrar el equilibrio en la Fuerza contrastando dos visiones del mundo muy diferentes. Lola comienza el corto aparentemente habiendo encontrado una salida a su vida anterior. No es importante saber exactamente cómo, sino que lo ha hecho y que no está funcionando del todo. Nos encontramos con ella en medio de una pesadilla inexplicable, después de todo, rodeada de marcadas marcas negras que emanan de su cuerpo. Pero claramente, la vida como Sith tampoco le sentaba bien. Si no puede encontrar el equilibrio como una ermitaña parecida a un Jedi o como una Sith peligrosa, la pregunta tácita en el corazón de la historia nos pregunta deliberadamente: ¿Qué más hay para ella?
La respuesta, como resulta, es una combinación de ambos. «Sith» se alinea con la noción tradicional de la franquicia de que la expiación nunca está fuera de alcance. Es posible que requiera un método ligeramente diferente al de Anakin, Ben Solo o cualquier otra persona que se haya atrevido a caminar. Al abrazar su oscuridad inherente pero manteniendo la Luz innegable expresada a través de su pintura, Lola desbloquea una tercera opción para sí misma.
Es probable que nunca sepamos si esto funciona para ella al final, pero al lanzar esa pregunta y pedirles a los fanáticos que luchen con los complicados matices de la propiedad que tanto aman, «Visions» una vez más hace lo que las películas no pudieron.
La temporada 2 de «Star Wars: Visions» se está transmitiendo actualmente en Disney+.