Uno de los temas clave del hilarante y retorcido drama criminal de Bill Hader y Alec Berg parece ser que no importa cuánto intente transformarse una persona, nunca podrá escapar realmente de su naturaleza. Hank y Cristóbal intentaron huir de sus vidas anteriores y retirarse a Santa Fe, solo para ser rápidamente atraídos nuevamente (con consecuencias fatales). Barry y Sally dieron un vuelco a sus vidas, se mudaron al medio de la nada y adoptaron nuevas personas para alejarse del caos a su paso, pero Sally aprendió que un nuevo comienzo no borrará la memoria de lo que ha hecho. Mientras tanto, en uno de los momentos de comentarios más abrasadores del programa, Barry busca una justificación moral para volver a matar escuchando podcasts religiosos, recorriéndolos hasta que finalmente encuentra uno que se alinea con su punto de vista distorsionado y le dice exactamente lo que quiere escuchar.
Fuches tuvo la oportunidad de salir de esta vida criminal en la temporada 3, cuando se encontró viviendo en una granja con una mujer que se preocupaba por él. Esa diana en la parte posterior de su cabeza desapareció milagrosamente, dándole una verdadera oportunidad de una vida pacífica. Pero al igual que los otros personajes, hay algo en su naturaleza que no le permite simplemente alejarse, una picazón que debe rascarse, independientemente de los efectos dominó que pueda causar. Ahora él es el Cuervo y la diana está de vuelta, puesta allí en su propia dirección. ¿Qué pasará cuando él y Barry finalmente se vuelvan a encontrar, después de todos estos años y toda su historia? No tengo idea, pero no puedo esperar para averiguarlo.
«Barry» se transmite los domingos por la noche en HBO.