T-Mobile está despidiendo “un poco menos” del 7 por ciento de su plantilla, afectando a unos 5.000 puestos de trabajo en la empresa. La medida afectará principalmente a los trabajadores en roles corporativos, administrativos y tecnológicos, y aquellos en puestos minoristas o de atención al cliente no se verán afectados.
«Lo que se necesita para atraer y retener clientes es materialmente más caro que hace apenas unos trimestres», escribe el CEO Mike Sievert en un memorando a los empleados, y agregó que sus estrategias existentes no son suficientes para «cumplir con estas expectativas cambiantes de los clientes en el futuro». Además de los despidos, Sievert dice que la compañía deberá trabajar para «volver a priorizar» su trabajo y «optimizar cada dólar» a medida que se enfrenta a los costos crecientes.
T-Mobile no espera más despidos en toda la empresa en el “futuro previsible”, señala Sievert. El transportista completará las notificaciones de despido a fines de septiembre y también ofrecerá a los empleados afectados una indemnización por despido basada en la antigüedad, junto con 60 días de licencia de transición mínima.