Por supuesto, las similitudes con «Halloween» son más significativas cuando se trata de la puesta en escena. Esta es una película que ama revelar que un personaje está siendo acosado, que en algún lugar en el fondo el villano ha estado esperando que se mueva para poder revelarse.
La película también tiene una secuencia de apertura escalofriante, que no va por el punto de vista Steadicam de la apertura en frío de «Halloween», sino por algo que parecería inspiración para «Scream 2»: un asesinato en una sala de cine mientras los personajes miran una película de terror. . ¿La víctima? Una mujer a unas semanas de casarse. Cuando Len Gamble escucha la noticia, se da cuenta de que es el hombre que mató a su esposa el día de su boda, un momento que se muestra al espectador en flashbacks de enfoque suave.
Otra futura novia, la estudiante universitaria Amy (Caitlin O’Heaney) se está acercando a su inminente matrimonio con temor: en realidad está enamorada de su irritante ex Marvin (Don Scardino). Es susceptible a la paranoia de las películas de terror, incluso durante lo que debería ser el momento más feliz de su vida. Uno de los muchos grandes momentos que inducen al terror que podrían haber sido arrancados de «Halloween» es cuando mira un video de televisión de ella misma en el escaparate. En el momento en que se aleja, vemos que ha sido observada por el asesino, Ray Carlton (Tom Rolfing).
Lo que hace que la película realmente funcione es su mirada discreta a las amistades y el deseo sexual de las mujeres, así como su acogedor sentido de la miseria suburbana de Staten Island. En lugar de sumergir la película en un temor explícito todo el tiempo, hay una serie de escenas alegres que desarrollan a los personajes. La amiga de Amy, Joyce (Patsy Pease), por ejemplo, tiene una aventura con el profesor de filosofía Carl Mason (James Rebhorn), y parece que va bien.